Crónica | 5 de mayo
Jose y Gabriel charlan con Aroa y Paola sin verse las caras, y ellas deben elegir solo a uno para que entre en la villa.
Después de que un SMS anunciase que Dei es la isleña que abandona la villa, Mauricio y Saúl se juegan la segunda expulsión. Tras un momento de muchísima tensión y lloros, finalmente se confirma que es Mauricio el elegido para abandonar ‘Love Island’.
Los dos isleños veteranos que han estado desde el primer programa en la villa, se despiden de sus compañeros entre lágrimas y lamentos, especialmente por parte de Paola, que ve cómo de un momento a otro ha perdido a sus dos pilares de la casa.
Llega el momento de irse a la cama, pero Felipe no pierde oportunidad y mantiene una conversación con Paola. El sevillano consigue hacer reír a Paola, cuyo disgusto por la reciente expulsión de Mauricio parece desaparecer rápidamente en su compañía.
Paola compartirá cama con Mónica, con la que está haciendo muy buenas migas, a pesar de la animadversión que provoca en el bloque de las parejas más consolidadas.
La villa amanece con el sonido del teléfono rojo que despierta a los isleños. Lara y Yaiza atienden la llamada. Cristina Pedroche les dice que Paola y Aroa tienen una cita doble, y además a ciegas.
En paralelo, Rafa y Lara hablan del susto que se llevaron anoche. El valenciano le manifiesta su amor incondicional y le dice que él sin ella en la villa no sería nadie. El concurso dejaría de tener sentido para él.
En las citas, Paola se encuentra con Jose, pero al ser a ciegas, tienen un separador entre ellos y no se pueden ver. Ambos ríen y lo pasan bien. José le reconoce que viene a por ella, y que él la hará reír y disfrutar.
Por otro lado, Aroa se cita con Jose y él le dice que como conductor de autocar viaja por toda España y Europa y que si acaban juntos la llevará de viaje.
Siguen las citas, esta vez con Gabriel, el futbolista de Reus.
Paola lo pasa bien con Gabriel, al que nuevamente se enfrenta con un biombo en medio. Él le habla de que es futbolista, que tiene buen culito y que está tatuado… parece que hay feeling entre ellos.
Aroa también pasa un momento muy agradable con Gabriel en su cita a ciegas. Hay conversación, buen ambiente y alguna picardía…
Paola y Aroa vuelven bastante ilusionadas y les cuentan al resto de isleñxs cómo han sido las citas. Todos flipan al saber que literalmente han sido citas a ciegas.
Lo que los demás no saben todavía, pero las protagonistas sí, es que tendrán que elegir a uno de ellos para entrar en la villa, y otro quedará eliminado de sus vidas.
Los isleños y las isleñas juegan a cartas, en una dinámica de “contar verdades”, donde terminan saliendo los conflictos a la luz, o más bien, a la cara.
El más gordo es la acusación de los nuevos hacia los veteranos de “exclusión”. Ellos defienden que se excluyen solos. También abiertamente Mónica recrimina a Lara y a Saúl que no soporta a ninguno de los dos y que le gustaría verles fuera de la villa.
Paola y Aroa se reúnen en la terraza para decidir si se quedan con Jose o Gabriel. Les cuesta decidir, y en este punto aún no toman una decisión.
Y cuando están con sus brindis y sus bailes suena un SMS, han de dirigirse al fuego, donde Aroa y Paola tienen algo que decirles…
En el fuego ellas confiesan la verdad, solo uno de los nuevos solteros se convertirá en isleño y será el que ellas elijan.
En el próximo programa...
La llegada del nuevo isleño da vida a la villa, aunque para algunos no ha caído muy bien: 'chulería' es la palabra que se repite entre los isleños.
Por otro lado, Paola y Felipe empiezan a congeniar y a pasar más tiempo juntos. ¿Será el principio de algo entre ellos?