Cuando reconocí mi homosexualidad fue un momento duro
Goyo, de 17 años, vive con sus padres en Madrid. Dejó los estudios y supo que era homosexual desde que era niño, pero se lo confesó a sus padres con 12 años.
Lo más importante para él es su imagen: se maquilla y se pinta las uñas. Considera que en su casa hablar de sexo es un tema prohibido.