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TOMANDO MEDIDAS
Japón siempre se ha dado a conocer por una serie de ideas que, normalmente, tienden a ser una gran sorpresa. Después de todo, es el país donde todo parece posible, incluso la idea de crear un satélite de madera para limpiar la basura espacial parece un gran plan. Con unos fines tan nobles, no es de extrañar que sea también uno de los lugares que promueve una nueva idea para pagar a los lugareños con intención de aumentar la natalidad.
Esta es la nueva medida tomada por Tokio y que trata de corregir la baja natalidad que se está produciendo en los últimos años. De hecho, una situación que el coronavirus no ha ayudado a mejorar en absoluto. Después de todo, la distancia social ha provocado que muchas parejas tuviesen problemas para verse mientras que otros tantos vieron las razones por las que no tener hijos, teniendo como principales razones la responsabilidad familiar.
En Japón, la cultura da una gran importancia a la responsabilidad familiar, siendo las parejas muy cautelosas a la hora de comenzar una familia y dependiendo en muchos de si se ven capaces de poder llegar a mantener a esta económicamente. Por ello, el impacto del coronavirus en lo que respecta a empleo y seguridad de ingresos ha provocado que la natalidad siga sufriendo un gran descenso, por lo que en Tokio han tomado una medida con la que tratar de impulsar estas cifras: pagar a la gente de Tokio que tenga un hijo 100.000 yenes (796 euros aproximadamente).
Esta nueva propuesta ofrece a todos los lugareños 100.000 yenes por cada hijo que tengan recién nacido. Eso sí, por el momento es una propuesta pendiente de aprobación y que tendría una duración de dos años, lo que supondría una pequeña ayuda a la que poder acceder mediante una web. Es decir, la gente no obtendría ese dinero en mano, sino que sería un crédito a canjear a través de una web y por el que solicitar distintos artículos e incluso servicios infantiles.
La cantidad fue elegida por investigación, dando como resultado que en Tokio los costes hospitalarios son 100.000 yenes más caros que en otras partes del mundo. Claro que la reacción de los lugareños no ha sido precisamente positiva, sino que piden más cantidad de dinero ya que, según indican, con esa cantidad no cubren más que una pequeña parte de todas las necesidades que pueda llegar a tener el niño.
Por supuesto, todavía están pendientes de estudio de la iniciativa y si finalmente esta es aceptada. Aún así, parece una idea bastante realista con un intento de ayudar a los japoneses a tomar esa decisión, a pesar de que no vaya a suponer el motivo más importante para esta.