SECUELA DESCONOCIDA
Una de las obras más reconocidas de Studio Ghibli tiene una secuela que muy pocos fans han llegado a conocer.
Si hablamos del mundo del anime, uno de los estudios más reconocidos es Studio Ghibli. Se trata de uno de esos estudios de animación que no duda a la hora de innovar, de enternecer con su estilo de dibujo o desarrollar mundos fantásticos en los que todos, tanto adultos como niños, desearían vivir. Dentro de su gran catálogo de películas, uno de los nombres más reconocidos es el de ‘Mi Vecino Totoro’, la obra de Hayao Miyazaki que, a pesar de los años que han pasado, todavía sigue teniendo muchos y grandes secretos para sus fans.
Recientemente se han descubierto algunos secretos relacionados con su creación o esos elementos ocultos en la película que muy pocos fans llegaron a ver. Sin embargo, ¿esperabas que todavía existiese un secreto aún más grande? Es posible que nunca hayas escuchado hablar de ‘Mei y el Gatobús’ (‘Mei to Konekobasu’), la secuela/spin-off de ‘Mi Vecino Totoro’ con el que Hayao Miyazaki nos hacía regresar al mundo de Totoro junto a una de las protagonistas de esa tierna historia.
El cortometraje que únicamente puedes ver en el museo Ghibli
Este spin-off únicamente está disponible para aquellos fans que tienen acceso al museo de Studio Ghibli y quieren disfrutar de un corto de apenas quince minutos. ¿Cuál es su historia? Aquí nos encontramos con Mei Kusakabe, la pequeña niña de ‘Mi Vecino Totoro’, que conoce al pequeño gatitobús, hijo del famoso gatobús de Totoro. Junto a este, vivirá una emocionante aventura por el bosque durante la noche.
Esta obra fue dirigida en el año 2003 contando no solo con el talento de Hayao Miyazaki para su dibujo, sino con la voz original de Mei (Chika Sakamoto) para dar vida al personaje, así como la banda sonora de Joe Hisaishi. Y lo más particular de esta película es que jamás ha sido editada con intención de obtener formato doméstico, sino que únicamente se ha emitido fuera del museo en momentos muy especiales. Debemos tener en cuenta que su producción fue programada y pensada únicamente para el museo.
Eso sí, a pesar de que no se trata de una obra centrada en Totoro, sí se conoce que este estará presente en algún momento de la película. Un tierno reencuentro que lleva a Mei a disfrutar del reencuentro con un viejo amigo mientras es acompañado por un fiel e inesperado compañero. ¿Alguna vez imaginaste cómo de adorable podría ser el gatobús siendo apenas un gatito? Esta es la oportunidad perfecta para saberlo.
Sin embargo, lo que sí nos deja claro esta obra tan especial es que el director tiene una capacidad única para transportar a los fans a un mundo de fantasía con esa alegría tan propia de sus obras. Después de todo, debemos saber que para Hayao Miyazaki siempre es importante que sus obras tengan ese punto que pueda animar a los niños a disfrutar así como a los adultos les recuerde a su infancia. Siempre con una visión positiva que trata de mostrar en su filosofía de vida, incluso a sus empleados.