Las duras exigencias de su jefa tienen a Christy harta. Todo lo que hace le parece mal y cada vez que puede aprovecha cada mínimo fallo para echarle la bronca. Ahora Christy ha dicho basta y ha decidido plantarle cara. Tras otra reprimenda, ha decidido pedir a otro abogado. Para su sorpresa, su jefa ha decidido recompensarla con una subida de sueldo que no se esperaba.