Ganarse el aprecio de los suegros es fundamental para cualquiera. Antes de casarse con Mónica, Chandler y Ross van a jugar al frontón con el padre de los hermanos Geller, un partido que iba perfectamente hasta que después de jugar deciden ir a la sauna. Las nuevas gafas de Chandler se empañan nada más entrar y no le dejan ver nada provocando que acabe sentándose encima de su suegro.