Las clases de cocina de Francine no funcionan como ella esperaba
Francine se encuentra frustrada porque no sabe cocinar y toda su familia se queja de ello. Por eso decide apuntarse a unas clases de cocina. El problema está en que en esas clases la gente tira de imaginación y no se limita a seguir las recetas al pie de la letra, lo que descoloca a Francine porque no sabe qué hacer.