Momento destacado
Unos jóvenes y sus ganas de fiesta ponen en alerta al NCIS al conseguir burlar las medidas de seguridad de una base militar.
Alden Parker recibe un aviso por allanamiento de morada en una vivienda militar de un suboficial y no es la primera vez. En tres meses, ya se han producido seis delitos parecidos.
Parker y su equipo se acerca hasta la casa de un suboficial donde ha entrado un supuesto ladrón. En ese momento, reciben un aviso de un intruso en otra vivienda y se acercan hasta el lugar. Parecen escuchar disparos en el sótano y gritos. Pero, todo resulta ser una falsa alarma. Son unos jóvenes, hijos de militares, que se han colado en dicha vivienda para organizar una fiesta por todo lo alto.
En dicha celebración, identifican al joven que se coló en casa del suboficial y le llevan a comisaría para que preste declaración. Es hijo de un militar y les confiesa a Parker que él organizó la fiesta y accedió a la primera casa, que fueron a examinar, porque estaba buscando un lugar para celebrar una fiesta con sus amigos. Alden teme que el joven esté encubriendo a alguien porque, para colarse en las casas militares, debe hackear el sistema y no es una operación fácil.
La madre del joven, al que están interrogando, cree que su hijo está protegiendo a una chica por la que siente algo especial. La agente Jessica Knight la interroga, pero no obtiene información relevante. A Alden le preocupa la seguridad de la base militar, que ha sido violada por unos jóvenes.