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Adele parecía no haber encontrado el amor en la villa con ninguno de los isleños de "primera generación", en especial con Moure, que parecían no congeniar como pareja.
Pero fue con la llegada de Jovan cuando la suerte de Adele cambió: el soltero eligió a la italiana para tener una cita íntima con ella, un momento que la isleña recuerda con mucha ilusión y felicidad.
Desde ese momento, ambos se eligieron en todos los reemparejamientos posteriores donde fue surgiendo poco a poco el amor.