JUEGO POLÉMICO
A finales del siglo XIX, en Londres, se dio lugar a una serie de asesinatos cuyo autor no se llegó a identificar nunca, pero que por su modus operandi las investigaciones policiales señalaban a una misma persona como autor. Hablamos de Jack El Destripador, el supuesto asesino que habría matada y destripado hasta cinco mujeres dedicadas a la prostitución.
Además de ser un personaje muy popular, Jack: El Destripador también cuenta con su propia leyenda en el mundo de los videojuegos. Al igual que en el cine o la música, este personaje también tuvo aparición en los videojuegos, contando con uno de homónimo título (Jack: The Ripper). Este fue lanzado en el año 1987 y en él partimos como sospechoso de ser precisamente el asesino londinense. Para evitar ser procesados en Jack: The Ripper tenemos que buscar al verdadero culpable, realizando una investigación por nuestra cuenta.
Al ser un videojuego tan antiguo, este contaba únicamente con textos para seguir la aventura en la que estamos involucrados. Sin embargo, lo que más destacó de Jack: The Ripper fue ser el primer videojuego de la historia con una calificación de no apto para menores de 18 años; una calificación que hasta aquel momento prácticamente no era necesaria debido a los primitivos gráficos de la época, pero que con el tiempo se volvería todo un distintivo para videojuegos como GTA, Call of Duty o Assassin's Creed.
El sistema PEGI
Pese a que Jack, El Destripador fue el primer videojuego con una calificación de +18, no fue hasta muchos años después, en 2003, cuando llegaría el código de clasificación de videojuegos por edades PEGI. Con esta llegada, videojuegos de todas las consolas cuenta con una edad mínima recomendada (3, 7, 12, 16 y 18) y una serie de indicaciones acerca de contenidos que podrían ser inadecuados para menores (violencia, miedo, drogas, sexo, discriminación...).
Pese a que en todos los videojuegos de consolas verás siempre los logotipos de PEGI, este sistema no es obligatorio para los videojuegos en general, sino las principales compañías de videojuegos (Nintendo, Sony y Microsoft) obligan a los desarrolladores a pasar por esta "prueba". Esto probablemente se deba a los más que polémicos casos en los que asociaciones de padres se llegaron a quejar a las principales compañías de lo que ofrecían sus videojuegos a los niños. Con la etiqueta PEGI, la queja no tiene lugar, pues se informa de forma concisa y visible de si un videojuego es apto para un menor o no.
Otros juegos polémicos
Tanto antes como después del lanzamiento de Jack, The Ripper, multitud de videojuegos se han visto envueltos en la polémica por ofrecer contenidos violentos o inapropiados para los menores. Algunos casos muy conocidos son los de Mortal Kombat, una saga de lucha en la que se pueden ver con todo lujo de detalle destripamientos y desmembramientos.
Otro título polémico, con ciertos años a sus espaldas, es Carmageddon, un videojuego de conducción en el que se puntúa más si conseguimos atropellar a peatones. Y sin duda, la que es a día de hoy la serie de videojuegos más polémica es GTA, franquicia de Rockstar Games en la que una total libertad nos permite llegar a enfrentarnos a tiros con la policía, traficar droga, robar y usar vehículos de todo tipo para chocar contra otros vehículos...