EL AAA DE BIOWARE
Tras dejar atrás la historia de Shepard, Bioware tenía con Mass Effect: Andromeda la difícil tarea de contentar a los fans que quedaron traumados con aquel fatídico final en la tercera entrega numerada; pero también llegar a las nuevas generaciones. ¿Lo han conseguido? La respuesta es un rotundo sí.
Mass Effect: Andromeda mira hacia el pasado, hacia ese primer juego de la saga. Se repiten sensaciones como el estar ante un universo desconocido, encontrar antiguas estructuras alienígenas o el hecho de que los humanos sean meros parias con respecto al resto razas entre otros elementos que conforman un argumento que convence desde su primera hora.
Como exploradores deberemos de encontrar nuevos planetas habitables para la humanidad. Una tarea que si bien a primera vista puede parecer titánica, alcanza cotas de epicidad casi imposibles para Bioware cuando comienzan a desfilar en la trama los misterios que sólo un enclave como el universo como el de Mass Effect puede ofrecer.
Los personajes secundarios convencen, además de las tramas que se nos van narrando poco a poco ligadas con éstos u otros habitantes de las diferentes galaxias que visitamos. El factor exploración alcanza ahora cotas mucho más creíbles gracias a misiones secundarias - y principales - trabajadas que encajan de forma orgánica en el juego.
Mass Effect: Andromeda también ha querido ofrecer un lavado de cara a la vertiente jugable. Si bien el explorar planetas o sumergirnos en las historias de los personajes se convierte en una parte divertida y adictiva por igual; no se queda atrás el combate. El título de Bioware ofrece ahora un control mucho más preciso, directo y ágil. Si a ello unimos una infinidad de posibilidades en cuanto a habilidades, clases y cómo éstas pueden combinarse tenemos entre manos un producto que ofrece momentos y combates como nunca antes ha visto la franquicia.
El apartado técnico no se queda atrás, aunque con peros. En lo referente al diseño artístico, Mass Effect: Andromeda es una obra única en su género, potenciada además por las bondades del motor gráfico Frostbite, el mismo empleado en Star Wars: Battlefront por ejemplo. Por desgracia, el producto no conserva la misma calidad en lo que a las animaciones faciales se refiere, siendo éste el gran punto negro del juego.
Si estáis interesados en una aventura de proporciones interestelares y épicas a partes iguales, una narrativa tan profunda y trabajada que os deje pegados a la pantalla gracias a su argumento y personajes; así como una jugabilidad variada y personalizable según nuestro estilo; Mass Effect: Andromeda se ha ganado a pulso un lugar privilegiado en el género de la ciencia ficción y el rol.