TÁCTICAS ESPECIALES
Táctica 1: El fugitivo constante
La táctica más clásica en Fortnite es esconderse todo el tiempo hasta llegar al final de la partida. Esta táctica tiene sus inconvenientes. Con el movimiento de la tormenta, necesitamos movernos así como debemos ir recolectando algunas armas. En esos momentos estaremos a tiro si hay jugadores cerca, pero si aguantamos mucho tiempo, podemos llegar a enfrentarnos solamente contra los últimos jugadores.
Táctica 2: Construyendo una fortaleza
Si lo nuestro no es querer escapar de cada situación, sino afrontarla, también podemos crearnos una buena fortaleza. Si cuando llegan nuestros rivales, nosotros y nuestros compañeros de equipo conocemos perfectamente la construcción en la que estamos situados, nos será mucho más fácil ocultarnos y escoger una buena zona desde la que disparar y sorprender. Lo ideal es crearla de cara al final de la partida, pues la tormenta puede estropearnos esta creación.
Táctica 3: Compartir y elegir bien nuestras armas
Tener buenas armas en Fortnite es muy útil, pero también tenemos que saber priorizar. Si a un miembro de nuestro equipo le hace falta un arma que nosotros tenemos y que casualmente no sabemos usar bien, lo ideal es cedérsela. Lo mismo ocurre con la munición, si repartimos entre compañeros, le daremos un mejor uso. Además, debemos priorizar por las armas que sepamos utilizar. Si tenemos una arma legendaria y no somos buenos con ella, de nada nos servirá.
Táctica 4: Usar la tormenta como refugio
Existe una táctica un tanto curiosa para causar muchas bajas. Esta consiste en colocarnos en el borde de una tormenta con el máximo de vitalidad y varios suministros para curar nuestra salud. Veremos que algunos jugadores salen corriendo para evitar ser alcanzados por la tormenta, y gracias a ello podemos atacar por detrás mientras nos movemos de forma prácticamente oculta.
Táctica 5: Un jugador en los cielos
En Fortnite hay una forma de "subirnos a los cielos" y no ser detectados. Tras recolectar muchos materiales, esperamos a que la tormenta comience a cerrarse y construimos escaleras a medida que la tormenta nos va pisando los talones. De esta forma las escalaras quedarán ocultas en la tormenta. Una vez estemos muy alto, construimos piezas planas hacia adelante. Cuando el diámetro final de la tormenta sea muy pequeño, y no haya muchos enemigos, podemos empezar a eliminarlos desde los cielos.