PILLADO POR SORPRESA
Este streamer trató de grabarse para demostrar a sus seguidores que no estaba haciendo trampas y demostró todo lo contrario.
Cada vez son más las compañías y jugadores que luchan contra las trampas en los videojuegos. Después de todo, la comunidad de jugadores no siempre está dispuesta a disfrutar de la experiencia de forma legal y, por ello, cada vez son más los jugadores que se quejan de tener que jugar contra tramposos. Algo que afecta sobre todo a obras como ‘Call of Duty’ donde en Warzone han tenido que expulsar a una gran parte de la comunidad.
Sin embargo, parece que este problema sigue también presente en ‘Call of Duty Vanguard’. Esto se ha demostrado con un streamer que, ante las acusaciones de sus seguidores, trataba de demostrar que en absoluto hace trampas. De hecho negaba estar utilizando los hacks que sus seguidores señalaban. Por suerte, el castigo ha llegado puesto que no solo ha sido pillado, sino también baneado.
El streamer en cuestión es Kenji, conocido entre la comunidad de jugadores semi profesional. Sin embargo, esta fama le venía con un alto precio a pagar puesto que en los torneos siempre lo han criticado por hacer trampas, por usar hacks, algo que incluso su comunidad de seguidores llegaba a señalar. Cansado de estas acusaciones, el streamer decidió grabarse mientras jugaba no solo grabándose a sí mismo, sino también a su propio monitor.
Sin embargo, parece que este streamer no llegó a ser consciente de lo que estaba haciendo puesto que no desactivó los hacks de la partida. ¿En qué se tradujo esto? En que precisamente su grabación intentando demostrar que no hace trampas demostró todo lo contrario. Por tanto, Kenji al grabarse acabó por dar la prueba que hacía falta no solo para indicar que usa hacks, sino que finalmente fuese baneado de la competición.
A partir de este clip, las críticas no han tardado en llegar y es que son muchos los jugadores que se quejan del hecho de que haya streamers que traten de conseguir la fama a base de hacer trampa. Lo que está claro es que, desde ahora, este jugador semi profesional tendrá que trabajar duro para volver a ganarse la confianza de su comunidad e incluso el acceso nuevamente a las competiciones.