NOSTALGIA AL PODER
Seguro que alguna vez te has planteado si los juegos antiguos eran más divertidos y profundos que los actuales, ya que en ocasiones el recuerdo de lo jugado es mejor que la actualidad del sector. En Defconplay nos preguntamos si es cierto que los videojuegos de ahora palidecen ante los clásicos o es simple apreciación subjetiva.
El factor nostálgico
Cuando nos lanzamos sin pensar a afirmar que "los videojuegos de antes eran mejores que los de ahora", estamos cayendo en un error muy común no exclusivo de este sector, sino de la mayoría de los que podemos juzgar por ese rasero, como el cine o la literatura. Y es que el paso del tiempo nos puede hacer apreciar un producto muy lejano como mejor de lo que era, ya que tendemos a olvidar fallos y exagerar virtudes cuando un videojuego nos gustó en su momento y todo lo contrario cuando no conseguimos cogerle el punto.
El tiempo y el recuerdo es traicionero, y sobre todo cuando se trata de elementos tan subjetivos como la calidad de un videojuego. Quizás el jugador de largo recorrido que aún siga comprando videojuegos, y disfrutándolos cuando puede, no aprecie las grandes obras que están pasando por sus manos últimamente, y se dedique con demasiada intensidad a comparar las propuestas actuales y las sensaciones a los mandos con las vividas hace años, incluso décadas. Es un error: hay que valorar cada videojuego en su contexto.
De hecho, hay juegos recientes que han marcado a muchos jugadores, tales como 'Bioshock', 'The Witcher III: Wild Hunt', 'Metal Gear Solid V: The Phantom Pain', 'The Last of Us' o la saga 'Mass Effect', entre muchos otros. Hay creativos y equipos de desarrollo con mucho talento en cualquier época, y al actual no es una excepción. El presente tan prometedor como el pasado, y si ponemos cada obra en su contexto, nada tiene que envidiar esta época a la anterior.
El tiempo para jugar
A la hora de disfrutar de un videojuego, y cuando hablamos de disfrutar nos falta ponerlo en mayúsculas, es necesario tiempo y mentalidad. Y una cosa suele ir acompañada de la otra. Si tenemos muchos tiempo libre para disfrutar de los juegos, podemos explorar más sus posibilidades y secretos, dedicar tiempo a descubrir los mundos que se nos proponen y empaparnos de su propuesta. No sucede lo mismo cuando el tiempo para jugar es más reducido y tenemos que ir directamente a superar la historia para poder pasar al siguiente.
Como ya sabemos, nunca tendremos tanto tiempo libre como cuando éramos pequeños. La ausencia casi total de obligaciones nos hacía disfrutar de todo, sin preocuparnos de la factura de la luz o de llegar a fin de mes. Después del colegio o en fin de semana, los niños y niñas amantes de los videojuegos disfrutan de sus videojuegos favoritos sin pensar en nada más, y eso les permite vivir unas aventuras digitales únicas que sin duda recordarán con cariño cuando sean más mayores. Como nos sucede a muchos actualmente; recordamos esos mundos visitados, esos personajes conocidos cuando éramos pequeños. Ahora jugar es algo diferente, aunque también se disfruta.
Incluso con tiempo, no es lo mismo jugar a videojuegos de mayor que hacerlo cuando somos niños. La mente de un niño es maravillosa, una esponja repleta de imaginación que hace suyo todo lo que ve. No es lo mismo cuando maduramos y racionalizamos todo lo que vemos y hacemos. El disfrute existe en todas las edades, pero sin duda las sensaciones no se pueden comparar.
Los videojuegos han cambiado
Pero una vez establecidos los factores que nos pueden hacer tener una visión distorsionada de los videojuegos clásicos y los lanzamientos actuales, no podemos negar que muchos videojuegos siguen una tendencia, y esa tendencia cambia con el paso de los años. Lo que antes valía ahora ya no vale; juegos de plataforma como los primeros 'Tomb Raider', el rol por turnos y otros muchos conceptos que antes eran capitales, ahora no se utilizan por temor al rechazo del público mayoritario.
Ahora se llevan, por ejemplo, los juegos con un apartado multijugador muy potente, y en algunos casos se retira por completo el apartado para un solo jugador. Eso es un cambio importante respecto a hace una década o más. El mercado de los teléfonos móviles está comiendo mercado a las consolas, y los jóvenes de ahora prefieren ese tipo de juegos y también títulos con muchas posibilidades pero sin demasiada historia, donde puedan ser creativos y hacer lo que quieran en un universo establecido. La trama ahora no es tan importante como hace un tiempo. Estos son algunos de los ejemplos.
No seamos catastrofistas: cada lustro siguen saliendo como mínimo tres o cuatro títulos atemporales, de esos que pasan a la historia del videojuego. En esta nueva generación que prácticamente acaba de empezar vamos a jugar a muchos de estos títulos inmortales, y no serán pocos los jugadores que afirmarán haber jugado ya a alguno de ellos. Disfrutemos de un sector como el de los videojuegos, cada vez más popular y por el que se apuesta con más fuerza, que nos va a dar propuestas diferentes e interesantes durante muchos años.