TRUCOS PARA EL SOSIEGO
Todos alguna vez nos hemos enfadado al frente de una pantalla de ordenador o de una consola. Estos enfados van desde pequeñas frustaciones cuando algo no sale bien hasta verdaderos cabreos que acaban con las destrucción de algún que otro aparato. Y es que cuando uno pierde los nervios es más difícil controlarse, he ahí que todos necesitemos estar preparados para evitar situaciones desagradables. Y para ello, hoy os traemos una serie de trucos eficaces para evitar la frustración tecnológica.
El primero de ellos es tomarnos descansos. Cuando vemos que las cosas no salen bien... es mejor dejarlo por un rato. Precipitarse a volver a intentarlo solo aumentará nuestro cabreo. Puedes pensar "ahora que estoy cabreado, me voy a concentrar mejor y mandar a freír espárragos a ese infame enemigo", pero la realidad es que, cuanto más cabreados estamos, peor jugamos a videojuegos.
Otro consejo es, en caso de ser posible, reducir la dificultad del juego. Esto también hay que hacerlo desde la calma y sobre todo, a conciencia. Hay juegos muy difíciles que pasan a ser una máquina de tortura en su dificultad máxima. Si ya hemos avanzado mucho, quizás esta no sea la solución perfecta, pero en el caso de que no consigamos pasar el principio, definitivamente esta es la única alternativa.
También es muy importante tener en cuenta que todo juego también tiene un proceso de aprendizaje. Hasta las situaciones más complejas, tras un buen número de intentos, pueden solventarse con cierta facilidad.
Y por último, para cuando el cabreo nos supere, tenemos que buscar un buen medio de desahogo. Antes que gritar o golpear cosas frágiles, podemos pegarle a un saco de boxeo o a una almohada. Incluso golpeando fuerte, no llegaremos a producir daños materiales de importancia, evitando con ello el fatídico desenlace.
Videojuegos que cabrean
Puede que, incluso siendo personas que no nos cabreamos con facilidad, lleguemos a tener nuestros piques con algún que otro videojuego. Y es que algunos llegan a tener una dificultad calificada de "insana", dificultad que ni los jugadores más experimentados serían capaces de afrontar en un primer intento.
Videojuegos como Dark Souls, son un buen ejemplo de títulos con dificultad desproporcionada. En ellos tenemos que asumir que perderemos la partida unas... 100 veces al menos. Lo mismo ocurre en algunos niveles exageradamente difíciles de Super Mario Maker, niveles que apenas llegan a superar una de cada 100.000 personas, casi nada.
Luego también están los videojuegos en los que el factor multijugador es el que nos pone de los nervios. Prácticamente cualquiera, como Call of Duty, Mario Kart, FIFA o Street Fighter, nos puede llegar a cabrear de sobremanera si nuestro rival nos humilla o pica mientras perdemos. Ante este tipo de situación, lo mejor es dejar de jugar cuanto antes, una persona que además de humillarnos se ríe de nosotros no es una persona deportiva. Aunque también, si creemos que es posible, de vez en cuando no viene de más practicar en nuestros videojuegos favoritos. Jugando bien, difícilmente podremos ser humillados y si además tomamos revancha con algún que otro jugador picón... mejor que mejor.