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Xbox One lleva con nosotros 5 años. En este periodo de tiempo hemos disfrutado de un gran catálogo de juegos junto a dos versiones de la plataforma: Xbox One y Xbox One X. Aunque Xbox 360 estuvo en el mercado unos 11 años, esto no os lo habitual; y parece que Xbox One X no será una sucesora que permanezca en el mercado tanto tiempo como la anterior.
De hecho, la sucesora de Xbox One X comienza a aparecer entre las palabras de la propia Microsoft con más frecuencia. Todo apunta que en el E3 2019 veremos una nueva plataforma de la compañía estadounidense, que podría llegar en navidades de 2019 o en los primeros meses de 2020. Pero... ¿qué es lo que se conoce de la consola? Realmente no hay nada oficial confirmado, pero existen muchos rumores sobre ella.
Los primeros apuntan a que la próxima generación será retrocompatible con los juegos ya disponibles. No solo los juegos de Xbox One, sino de Xbox 360 e incluso de la primera Xbox. Por otro lado, Brad Sams, uno de los mayores insider de la industria, aseguró que Xbox Scarlett tendría dos modelos y que esta saldría en 2020. Brad también reveló que Microsoft está trabajando en una tecnología de juego en la nube llamada Scarlett Cloud, que será un pilar en ambas consolas.
El primer modelos sería tradicional, como ya adelantó Phil Spencer en la pasada conferencia del E3. Una consola muy potente con un precio de lanzamiento estándar en una nueva generación, quizás 400 o 500 euros. La otra versión será una consola significativamente más barata, y también con menos prestaciones técnicas, pero centrada completamente en la nube. Es decir, sería una consola en la que los juegos se reproducen en un servidor, y la máquina sólo debe gestionar la imagen.
La potencia técnica también ha dado qué hablar. Está claro que si uno de los modelos se enfoca tan solo en el juego en la nube, esta necesitaría mucho menos poderío técnico para ofrecer la misma calidad de imagen. La pregunta es, ¿las dos llegarían a los 4k nativos y 60fps estables? Recordad que al comienzo de la generación actual, Sony y Microsoft prometieron en un primer momento esta resolución gráfica. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha visto que tan solo un pocos juegos son capaces de llegar a esto.
AMD calculó en julio de 2018 cuánta potencia mínima deberían presentar las futuras consolas, PlayStation 5 y Xbox Scarlett, para poder reproducir juegos 4K nativos sin pérdida gráfica. Timothy Lottes aseguró que las consolas de próxima generación necesitan 7,4 teraflops por segundo de procesamiento. Recordad que Xbox One X tiene 6 teraflops de potencia, en comparación con los 1,3 teraflops originales de la Xbox One.