LADO POSITIVO
No siempre se habla de todos los beneficios que aportan los videojuegos, pero son muchos los estudios que confirman que jugar a videojuegos es positivo para los niños y las niñas. Al igual que otros juguetes, los videojuegos son perfectos para despertar la imaginación o mejorar ciertas capacidades de los niños -y los mayores-.
Pero no sólo de capacidades técnicas se habla en los estudios científicos. también de la felicidad. Y sí, un videojuego puede hacer que nuestros hijos e hijas sean más felices. ¡Pueden mejorar su bienestar emocional, personal y social! Un estudio realizado en la Escuela de Medicina de Harvard muestra que los videojuegos pueden mejorar nuestro bienestar emocional y, por lo tanto, nuestro bienestar social. La felicidad está directamente conectada con las relaciones de amigos y familiares cercanos.
Los investigadores afirman que jugar a videojuegos con la familia, igual que un juego de mesa, da la oportunidad a la familia para reunirse y desarrollar estas relaciones. Un contacto físico y emocional que, de otra forma, los miembros de la familia o amigos no tendrían, o serían mucho más limitados. Por tanto, los videojuegos, especialmente los que se pueden jugar juntos, ayudan a unir a las personas.
Los videojuegos favorecen la neurogénesis según el estudio, es decir, cambian la estructura cerebral. Promueven el crecimiento de nuevas neuronas y favorecen la neuroplasticidad, cambios en las vías neuronales. Esto mejora la conductividad entre las diferentes zonas del cerebro, mejorando habilidades como la memoria, la atención o la inteligencia espacial. También el aprendizaje de nuevos idiomas, algo que siempre ha sido nombrado como un punto positivo entre los jugadores que defienden los videojuegos. La ciencia, ahora, lo demuestra.
Los jugadores de Call of Duty toman mejores decisiones. Al menos los estudios indican que los jugadores de juegos de acción tiene más materia gris en el cerebro. El aumento de la materia gris en la ínsula cerebral mejora la toma de decisiones. Muchos otros juegos fortalecen el hipocampo, mejorando por ejemplo la retención de información y la resolución de problemas. Esto también pasa con los juegos de mesa.
Por tanto, una recomendación de los científicos es alternar las horas de descanso de los niños y niñas, y por supuesto la de los adultos, entre juegos de mesa y todo tipo de videojuegos. Un uso moderado, por supuesto, no es perjudicial y sin duda mejora estupendas condiciones de nuestro cerebro. Además, ¡seremos más felices!