SALUD Y VIDEOJUEGOS
Son pocas las personas que no conocen el Tetris, probablemente uno de los videojuegos más conocidos de la historia y, también, uno de los más jugados desde su creación. Tetris es un clásico, un juego que a día de hoy puede estar anticuado, pero que sigue siendo tan entretenido como el primer día. No son pocos los que disfrutan de algunas partidas de este juego de puzles para matar el tiempo, ya sea con un móvil o una consola portátil.
Debido a los años que lleva triunfando el Tetris, y a la gran cantidad de versiones disponibles en el mercado, existen un gran número de curiosidades de este videojuego. Pero lo que nadie podríamos predecir es que el videojuego puede ayudar a calmar el estrés de situaciones concretas.
Investigadores de la Universidad de California en Riverside, han realizado un estudio en el que aseguran que el famoso videojuego puede provocar una desconexión perfecta en los jugadores, mejorando la experiencia emocional cuando esperamos noticias inciertas. Tetris ayuda a calmar la mente cuando, por ejemplo, esperamos los resultados de un examen médico, el resultado de una entrevista de trabajo o la calificación de una prueba académica.
El mítico videojuego se utilizó en un experimento reciente para crear un estado de flujo. En psicología se llama flujo al estado mental en el cual una persona está completamente inmersa en la actividad que está haciendo. Se caracteriza por la implicación de la persona en el éxito de la realización de la actividad.
Según los investigadores, entrar en un estado de flujo conlleva beneficios. Además, aseguran que los videojuegos son perfectos para conseguir esto, siempre y cuando sea un juego que aumente ligeramente el nivel de habilidad del jugador. Y es que llegar al estado de flujo no es sencillo, y es más sencillo conseguirlo cuando realizamos una actividad que desafía a las personas de alguna manera, como el Tetris.
El estudio se realizó con 290 estudiantes. Estos creían que el estudio sería sobre el atractivo físico de los mismos. Rellenaron un cuestionario y se les tomó una foto. A estos se les dijo que otros estudiantes, de otro sitio diferente, evaluarían su atractivo físico. Mientras eran evaluados y esperaban el resultado, se les dejó jugar a Tetris durante 10 minutos. Después de jugar, completaron una encuesta que medía el flujo, la preocupación y la emoción. Aquellos que jugaron al título a un nivel normal, experimentaron menos emociones negativas que los que no jugaron o lo hicieron en un nivel tan difícil que no suponía un reto progresivo.