¿LO SABÍAS?
Super Mario 64. Su sola mención nos evoca a otra época, a los 90. Tiempos en los que Nintendo 64 y PlayStation convivían juntas pero no revueltas. Sólo teníamos que introducir nuestro cartucho o CD y disfrutar del videojuego, despreocupándonos de los gráficos y todos esos apartados que ahora parecen predominar sobre lo que de verdad importa: disfrutar de los videojuegos, su historia y jugabilidad, ya sea en solitario o compañía.
Volviendo al clásico de Nintendo 64, la obra de Shigeru Miyamoto sigue siendo hoy en día uno de los plataformas mejor valorados de la historia. No es para menos dada la influencia del mismo y lo bien que ha envejecido en cuanto a diseño de escenarios y jugabilidad. No obstante, puede que se os hayan escapado varios detalles.
Super Mario 64 contiene multitud de secretos y curiosidades que posiblemente hayas pasado por alto. Bien porque internet no era un medio predominante en aquella época o tal vez por simplemente los pasaste por alto. Hoy os vamos a descubrir los 10 más curiosos.
Una mariposa que se convierte en bomba
En el jardín del castillo de Peach podíamos relajarnos, pasear por sus caminos, subir a los árboles o refugiarnos en la sombra de los árboles. En él encontrábamos varios animales, pero en especial mariposas. Eso sí, cuidado de ti como te diera por dar una patada a estos insectos pues se convertirían nada más y nada menos que ¡en una bomba!
¿Muñecos de nieve invencibles?
Durante una de las fases de nieve de Super Mario 64 encontrábamos varios muñecos de nieve. Tenían una puntería brutal, pero ¿había alguna manera de vencerles? En efecto: girando alrededor de ellos. Quien lo hubiera sabido por aquel entonces para evitar disgustos.
¡Me han robado la gorra!
En efecto, en Super Mario 64 también encontramos ladrones de gorras, en concreto muñecos de nieve. En uno de los nieves de nieve, si perdemos la gorra al volver a entrar en el mismo nivel ¡la llevará puesta uno de los muñecos!
Eres un tramposo Mario
Uno de los momentos más divertidos del juego tiene lugar en el primer mundo del juego. Para conseguir una de las estrellas deberemos ganar en una carrera a Koopa. Si intentamos tirar de picardía y utilizar la gorra ala para adelantarle, volveremos a la línea de salida. Para más señas Koopa nos acusará de tramposo… y con razón.
Ese simpático final
Durante la escena final de Super Mario 64 puedes hacer las veces de director de cine, o al menos en lo que a encuadre se refiere. Si utilizamos los controles C para dirigir la cámara podremos mover ésta a nuestro antojo. Gran detalle, si señor.
¡Qué monada de pingüino!
En el primer nivel de la nieve en Super Mario 64 podremos ver un entrañable y demás adjetivos, bebé pingüino. Éste tratará de seguirnos, pero uno de los detalles que más nos gustan es el hecho de que si nos arrojamos al suelo ¡él también nos imitará!
No hagas enfadar a la mamá pingüino
Si quieres ver a una madre enfadada, Super Mario 64 te lo permite. Para ello sólo deberás de “robarle” su pequeña cría pingüino. La mamá no dudará ni un instante en perseguirte hasta que lo sueltes. No seas malo, anda…
Los misteriosos jeroglíficos
Bowser tiene sus propios jeroglíficos, ¿lo sabías? Puedes verlos en el último de los niveles del villano de la saga en Super Mario 64. Si te acercas a alguno de los pilares que se encuentran en dicho escenario podrás apreciarlos con todo detalle.
Un guiño a Yoshi’s Island
Uno de los escenarios más emblemáticos de Super Mario 64 es el que tiene lugar en el cielo. Sí, en efecto, en el que debemos de conseguir la Gorra Ala pasando a través de los anillos. El tema que suena de fondo no es otro que ‘Powerful Baby’ y que aparecía en Yoshi’s Island, otro clásico de Nintendo 64.
El conejo tiene nombre, MIPS
Curioso detalle que implementó Nintendo para nombrar al conejo de Super Mario 64, ese que debíamos atrapar en uno de los pasillos del castillo. Su nombre no es otro que MIPS y que hace referencia al procesador de Nintendo 64: Microprocessor Interlocked Pipeline Stages.