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No son pocos los jugadores que encuentran francamente divertida la decoración en los videojuegos. Desde Los Sims cada vez han sido más los videojuegos que, de una manera u otra, han implementado opciones de decoración para las casas de los personajes. Lo hemos visto en el género del FPS, el rol y ahora también en los simuladores espaciales.
El último de ellos ha sido No Man’s Sky, el polémico juego de ciencia ficción que parece haber encontrado actualización tras actualización su camino, ofreciendo ahora una experiencia enriquecedora en términos jugables y con un sinfín de posibilidades. Entre ellas, por supuesto, la posibilidad de construir nuestra propia base.
Uno de los fans declarados de esta vertiente es Martin Boid, un padre de 31 años afincado en Reino Unido. Con motivo del estreno de la expansión que añadía la opción a construir edificios en No Man’s Sky, el bueno de Boid ha encontrado un grupo de amigos con los que compartir sus vivencias en el título de Hello Games.
A medida que progresaba en el videojuego, la maestría con la construcción era cada vez mayor. Decidido a lanzarse a la aventura, Boid ideó Hollywood Project; un proyecto para No Man’s Sky a través de la aplicación Amino en el que recrearía algunos de los edificios más importantes de películas como Star Wars o Piratas del Caribe. “Adoro la construcción y para mi sería un sueño que los jugadores pudieran disfrutar de mis edificios”, destacaba.
No ha sido hasta la última actualización cuando No Man’s Sky abrió un nuevo mundo de posibilidades: jugar junto a nuestros amigos o desconocidos, explorando así la galaxia juntos. A partir de este instante Boid y un grupo de amigos fundaron la Compañía de Construcción Galáctica, un proyecto dedicado a vender edificaciones a jugadores de No Man’s Sky. A través del Facebook del proyecto, el cual tuvo más de un centenar de peticiones en apenas 48 horas, expondrían sus diferentes aportes a esta “empresa espacial”.
Pero, ¿por qué fundar un proyecto para No Man’s Sky? Fácil. Boid y sus compañeros de CCG se dedicarían en cuerpo y alma a elaborar increíbles edificaciones para el videojuego, poniéndolas después a la venta para los usuarios que, interesados en no complicarse con en la construcción del título, prefirieran hacerse con una ya elaborada y a su gusto. La respuesta por parte de los usuarios fue abrumadora, llenándose el Facebook de comentarios por parte de clientes satisfechos con el producto adquirido.
Pero no se trata de un simple servicio, la propuesta de Boid llevaba mucho más detrás. El dinero real que recibía era donado a una asociación contra el alzheimer. Tal y como relataba el propio Boid, éste perdió a su abuela en las pasadas Navidades. Diagnosticada con Alzheimer, “vivió casada con mi abuelo durante 70 años. Fue muy triste durante la última fase, no sabía quienes éramos”.
Las donaciones para la asociación continúan llegando semana a semana en grandes cantidades, algo a lo que Boid se lo debe a la comunidad de No Man’s Sky y Amino. “Sin ellos no hubiera sido posible. Ellos fueron quienes me inspiraron a construir y querer construir para otros”, concluía. Un hobby como cualquier otro, el de los videojuegos, que puede convertirse también en una herramienta para crear un bien común.