SIEMPRE SE DEBE RESPETAR LA PEGI
¿Si no dejas a tu hijo ver una película para mayores de 18, por qué no haces lo mismo con los videojuegos? En el mundo que vivimos actualmente, siempre se culpa a los videojuegos de generar violencia o causar adicción. Es muy fácil echar la culpa a los videojuegos, sin embargo, al igual que en el cine, la industria del videojuego tiene un sistema para categorizar los títulos, y limitar su visionado a diferentes rangos de edades. El problema es que la mayoría de personas no cumple sigue las recomendaciones del sistema.
Esta clasificación de videojuegos se llama Pan European Game Information (PEGI), y clasifica el contenido de videojuegos y otro tipo de software de entretenimiento. Pese a que entró en práctica el 9 de abril del 2003, son pocos los padres que lo siguen a rajatabla. El sistema contempla 5 categorías por edad, además de describir el contenido del juego con otras etiquetas que indican: violencia, lenguaje soez, miedo, sexo, drogas, discriminación, apuestas o contenido on-line. Todo esto está reflejado en la carátula de los juegos.
Sin embargo, y aunque no dejamos a nuestros hijos ver películas para mayores de 18, ¿por qué dejamos que jueguen antes de tiempo a títulos como Grand Theft Auto V? Y es en este sentido cuando los padres estamos siendo un poco hipócritas. Recientemente, el portal ingles Childcare.co.uk realizó una encuesta a sus lectores, en el que se reveló que más de la mitad permite que sus hijos jueguen a videojuegos destinados a mayores de 18 años. Esto lo han permitido sin haber jugado antes al título y sin supervisar lo que los niños realizan en dichos videojuegos.
La encuesta se realizó a más de 2.000 padres de Reino Unido. De los más de 2.000 encuestados, el 72% eran madres. Los padres encuestados en general tenían niños de entre cinco y 16 años, el 53% de los cuales eran niños y el 47% niñas. En comparación con las películas, la encuesta es reveladora, ya que solo el 23% respondió que no se preocupan por las restricciones de edad. En los videojuegos, el porcentaje de padres que no se preocupan por la PEGI es del 86%.
Pero lo más preocupante, si es que puede haber algo más grave que dejar a tu hijo jugar a juegos para mayores de 18 años, es que el 43% de los padres encuestados "han visto un cambio negativo en el comportamiento de sus hijos desde que disfrutan de juegos para adultos" y, sin embargo, siguen permitiéndoles jugarlos. Además, el 22% dijo que sus hijos ahora usan un lenguaje incorrecto.
Por otro lado, casi la mitad de los padres, el 48%, indicaron que temen que su hijo sea adicto a los videojuegos. Si bien la Organización Mundial de la Salud reconoció hace poco el trastorno por videojuegos como un problema mental, los padres pueden estar seguros de que los síntomas que calificarían para recibir dicho diagnóstico son mucho más severos que un niño que monta una rabieta cuando no puede jugar a Pokemon Go.