UN BUEN BAÑO PARA DK
Cuando repasamos la historia de Nintendo, es prácticamente imposible olvidarse de lo ocurrido con el videojuego Donkey Kong, el primer título de éxito para la compañía nipona. Para el desarrollo de aquel videojuego, el por aquel entonces presidente de Nintendo, Hiroshi Yamauchi, encargó a un joven carente de experiencia en el campo de los videojuegos, pero con mucho talento a la hora de realizar cosas creativas: Shigeru Miyamoto.
El creativo japonés que posteriormente se haría padre del famoso fontanero Super Mario, tenía la difícil misión de rescatar a Nintendo de lo que parecía ser una bancarrota segura. Miyamoto disponia de un sólo mes para crear Donkey Kong, y la necesidad de trabajar el máximo tiempo posible en aquellos días era imperiosa. Tanto fue así que Miyamoto tuvo que trasladarse a una de las viviendas de empleados más cercanos a la empresa.
El creativo japonés trabajó de una forma un tanto ofuscada; con poco tiempo libre para poder imaginar y recomponer todo el videojuego que tenía en mente. No era precisamente un juego fácil, pues disponía de hasta 4 pantallas, pero Miyamoto quería crearlo de aquella forma. Sin embargo, ahora conocemos que el motivo por el que Nintendo se salvó con este videojuego no fue solamente por el trabajo de Miyamoto en este videojuego, sino también gracias a una bañera de agua caliente que había en la empresa.
En palabras del propio Miyamoto, poder relajarse en la bañera en su etapa de desarrollo le permitía recomponer las piezas del videojuego que estaba creando mientras se relajaba en un momento del día que llegaba a ser más importante de lo que muchos se imaginaban.