SE LO PENSARÁ DOS VECES ANTES DE REGALAR ALGO
El mercado de la segunda mano crea todo tipo de opiniones entre los usuarios de consolas y videojuegos. Los que lo apoyan a veces se encuentran con desagradables sorpresas como una caja rota o un juego defectuoso, y otros en cambio, con materiales que parecen sacados de una película porno.
Este ha sido el caso de una joven inglesa de 19 años, Shannon Bridges y a la que su novio había regalado una Nintendo 3DS XL. Hasta aquí todo normal. Su novio, Jack prefirió adquirir la consola en una tienda de segunda mano, procurando que la máquina estuviera en buen estado además de ahorrarse algunas libras; lo que Jack no sabía era que la portátil de Nintendo contenía fotos de un extraño masturbándose.
“Era un enfermo. Imagina que un padre compra la consola a su hijo y se encuentra eso. Es una responsabilidad vender una consola y dejar ese material ahí. Podría haber sido mucho peor”; explicaba la joven en una televisión local.
Tras el hecho, la joven acudió a la tienda de turno para reclamar; y aunque el local no se ha pronunciado por ahora, Bridges confirmó que la consola fue cambiada por otra con idénticas características. “Deberían de sentirse muy afortunados porque si alguien más, en especial un niño, hubiera encontrado esa consola y la hubiera comprado, las consecuencias serían extremadamente diferentes”, concluye.
La calidad del mercado de segunda mano la sufrió un niño
¿Cómo reaccionarías si al comprar un videojuego te das cuenta que en su interior se esconde droga? Seguramente acudiendo a la policía, o como mínimo, a la tienda en la que adquiriste el videojuego, ¿verdad?
Una situación idéntica vivió un niño de 11 años en Lousiana. Al acudir a una conocida cadena de tiendas para comprar su videojuego favorito, además del disco y manual de turno el chico encontró algo más “adictivo”: metanfetamina. La anécdota la pone el que el niño no prestó la más mínima atención a la bolsa de droga.
No fue hasta que comentó con su padre el que el disco no funcionaba en la consola, cuando éste se percató del contenido y la extraña sustancia que aparecía junto a la caja. Como era de esperar, el padre acudió raudo a la comisaría de la zona y en la que la detective Rebecca Reed confirmó que el paquete estaba compuesto por metanfetamina.
Joey Mooring, Director de Relaciones Públicas en GameStop ha salido a la palestra para aclarar la situación, siendo esta la cadena de tiendas afectada por el suceso. “Nuestras políticas explican que todos los juegos usados vendidos por clientes son comprobados uno por uno para pasar los controles de calidad. Los juegos que provienen de otras tiendas en diferentes localizaciones no requiere inspección alguna”, concluye.