¡FUERON REALES!
Aunque relativamente nuevo, lo cierto es que el sector de las videoconsolas lleva ya varias décadas dejándonos productos muy peculiares. Algunas consolas como PlayStation 2 o Wii son exitosas y se recuerdan muchos años después de su lanzamiento, pero otras tienen menos ventas y son rápidamente olvidadas.
De hecho, podríamos pensar de algunas de ellas que son consolas inventadas y que nunca existieron. Por ejemplo, no todos saben que la mítica TurboGrafx, consola que competía con Super Nintendo, tenía una hermana pequeña portátil. Esta se llamaba Turbo Express y podía ejecutar los mismos juegos que su versión de sobremesa. Los 300 dólares que costaba con respecto a los 89 dólares de Gameboy, le hicieron fracasar. Incluso tenía pantalla a color, lo que era bastante raro en 1991.
La 3DO Interactive se diferenciaba poco de un reproductor de VHS de la época, al menos por aspecto y tamaño. Sin embargo, este producto costaba nada menos que 699.95 dólares en su lanzamiento, lo que fue un clavo en su ataúd pese a estar producida por una marca de garantías como Panasonic. Tenía un procesador de 32 bits, lector de CDs y juegos de licencias importantes como Need for speed y Street Fighter, pero se ahogó en su precio.
Si 3DO Interactive era parecida a un lector de VHS, esta consola es más bien un reproductor de cintas de cassette. La Sega Mega Jet era una versión más portátil de Megadrive, pero no funcionaba como una portátil actual. Lo creáis o no, no tenía batería ni pantalla propia, estaba diseñada para llevarla fácilmente y conectarla a las pantallas de los aviones de Japan Airlines. Estas podían alquilarlas los viajeros que se aburrían en los largos vuelos de la compañía. Sin duda un servicio curioso para la época, tanto, que ninguna aerolínea se interesó por ella y terminó fracasando.
No abandonamos Sega para hablaros de una de nuestras preferidas, la Aiwa CSD-G1M. Esta iba un poco más lejos y se trataba de una combinación monstruosa entre cadena de música y consola de videojuegos. Consiguió la licencia de Sega, así que se convirtió en un radio-CD y Megadrive en un mismo aparato. ¡Incluso incluía karaoke! Grandes licencias como Sonic llegaron a estrenarse en este radio cassette, algo impensable hoy en día.