UN DESAFÍO SÓLO PARA EXPERTOS
No es broma, el propio Chuck Norris en persona ha desafiado a todos los jugadores del mundo a concluir su videojuego. Así es, el actor convertido ya en leyenda de los memes gracias al poder la “inmortalidad y fuerza descomunal” otorgadas por sus fans cuenta con su aplicación oficial para móviles: Nonstop Chuck Norris.
“El juego es muy divertido y espero que mis seguidores lo jueguen”; comentaba el actor protagonista de series tan emblemáticas como Walker Texas Ranger. Es un trabajo duro ser mi compañero, así que los jugadores van a encontrarse con todo un reto”, desafía Chuck Norris.
No vamos a cuestionar en absoluto las dotes de interpretación del bueno de Chuck, pero no cabe duda que si por algo se ha hecho famoso el actor ha sido por repartir estopa como pocos saben. ¿Y qué hay mejor que convertirnos en el propio Norris para asestar tortas y patadas una detrás de otra?
Esa es la propuesta de Nonstop Chuck Norris. Bajo una perspectiva cenital e interpretando a Chuck Norris deberemos de abrirnos paso por el escenario eliminando a todo maleante que se nos ponga por medio. Mención especial para el anuncio y en la que podemos ver al actor haciendo lo que mejor sabe: ser un tipo duro.
Van Damme no tuvo tanta suerte en el mundo de los videojuegos
Van Damme es para muchos todo un icono de los años 90 en el cine de acción. El actor nos ha dejado un buen puñado de películas que se han convertido en icono dentro del género, pero una de ellas en especial será recordada también por los amantes de los videojuegos.
Hablamos de Street Fighter: La Última Batalla. Tenemos que remontarnos a principios de los 90, tanto Street Fighter en la industria del videojuego como Van Damme en el cine gozaban de una popularidad fuera de toda duda. Es por ello que Capcom quiso aprovechar la ocasión para llevar a la gran pantalla la adaptación de su saga estrella por aquel entonces.
Lejos de apostar por narrar la historia de Ryu o Ken, los dos personajes más reconocidos de la marca, la compañía japonesa apostó por utilizar a Van Damme en la piel de Guile para dar rienda suelta a un argumento que, como ya estaréis imaginando, hace aguas por todos sitios, siendo cualquier excusa válida para que los personajes se líen a mamporros.
Drogas, alcohol, noches desenfrenadas en el lugar de rodaje, los propios actores acudiendo borrachos al set... Desde luego Street Fighter: La Película no pasará a la historia del séptimo arte por ser todo un ejemplo de cinta bien hecha, pero tampoco por ser tomada en serio por sus responsables.