¿POR QUÉ?
Más de una vez hemos hecho una compra de la que nos arrepentimos; comprar una figura extremadamente cara, conseguir ese vestido de alta costura que en realidad no nos hace tanta falta como pensábamos o llega algo que no se le parece en nada a lo que vendían en la foto. En los comercios electrónicos como Amazon o eBay, existen gran cantidad de variedad de productos que asumimos el riesgo que podemos deplorar cuando llegue a casa.
El pasado mes de marzo, un archivista de videojuegos y el director de la Fundación de la Historia de los Videojuegos, Frank Cifaldi, encontraron una extraña subasta en eBay. Esto no era nada más ni nada menos que 44 copias exactas del título de Doublesix, Top Gun. Will Forgham, el vendedor de las susodichas copias, anunció la subasta “No sé por qué hice esto, ni siquiera me gusta Top Gun”. La oferta contenía copias del título con y sin caja compatibles con NES y Faicom, 13 de ellas réplicas de “Top Gun: La Segunda Misión” y “Top Gun: Combat Zones” para PlayStation 2. También estaban a la venta copias de la película de Top Gun en VHS y una carta escrita en puño y letra de Forgham al comprador.
La deprimente subasta pasará así a la posteridad de las más atípicas vistas en eBay. Podría haberse quedado en una rareza, pero poco después fue comprada como la colección de juegos de Top Gun. La naturaleza trágica de las copias y la dificultad que tuvo para venderla, llevó al comprador a creer que la colección estaba dañada.
Larkin, el nuevo dueño de la lista casi infinita de copias de Top Gun ha colocado la colección detrás de su escritorio y espera que pase a manos de otra persona a modo de maldición. Ha recibido donaciones y ofertas de mercancía de Top Gun a modo de mofa para que pueda añadirlo a su peculiar santuario.
Vende en secreto la colección de su marido para gastar el dinero en caprichos
Imaginad por un momento que desde hace años os dedicáis en cuerpo a alma a la colección de videojuegos, no sólo a aquellos que más os gustan y a los que guardáis un especial cariño, sino también a adquirir aquellas joyas ocultas de la industria o que a día de hoy son difícilmente localizables.
Con el paso de los años, y como ya estaréis imaginando, la colección se revalorizaría con el tiempo; además de ser los afortunados de tener en vuestra colección obras que muchos ya quisiera. Hasta aquí todo normal, ¿verdad? Ahora pensad por un instante que de la noche a la mañana esa gran biblioteca desaparece por el despiste de vuestra pareja.
Este ha sido el caso de una pareja japonesa. Él, el protagonista de la historia, el asiduo coleccionista de videojuegos y que sin ir más lejos su biblioteca de NES alcanzaba la friolera de más de 1.000 títulos, algunos de ellos y de forma individual valorados en más de 600 euros cada uno.Ella, la despistada mujer que sin saberlo vendió algunas de las joyas que nos ha dejado el sector.
¿Pero que llevó a la mujer de este amante de los videojuego a vender semejante colección? Comprar decenas de bolsos y joyas. Sí, tal y como habéis leído. Lo peor no termina aquí, pues la pareja del coleccionista decidió vender la biblioteca de su marido a un precio de risa, detalle por el cuál se percataron en foros no sólo de a quién pertenecían los juegos y en general la colección, sino que decidieron ponerse en contacto con el hombre.
A pesar de las opiniones de los usuarios en foros, el hombre decidió no divorciarse de su pareja aun por haber perdido tan importante colección. La hipoteca y sus hijos hicieron que el marido continuara del lado de su mujer.