Analizamos el regreso del clásico
Hubo un momento en el que los Lemmings eran un lanzamiento de cuatro estrellas. Un premio gordo, un grande, un must have. Pero los tiempos fueron cambiando, y con ellos los gustos. Y esos puzles inteligentes con pequeñas y entrañables criaturas pasaron a ser de segundas o terceras. Para evitarlo de nada sirvieron juegos como Lemmigs 3 o Lemmings 3D, que intentaban alargar la sombra de los muy superiores Lemmings original, su apliación Oh, no, more Lemmings! y el injustamente olvidado en el recuerdo colectivo Lemmings 2: The Tribes.
El caso es que Sony absorvió Psygnosis para convertirla en los London Studio y se acabó lo que se daba.
Mentimos, PSP recibió su propia versión del original, bastante adecuada. Y, por su lado, PS3 también tuvo una edición en la que podíamos interactuar con PS Eye para poder resolver algunos niveles. Incluso podíamos encontrar una aplicación para móviles de la casa y PSP o PSVita del original por un precio reducido.
Y, ahora, el clásico regresa una vez más. Esta vez lo hace aprovechando las posibilidades táctiles de la consola de Sony de bolsillo PS Vita. La nueva edición, de hecho, tiene un claro objetivo, que queda perfectamente claro en el título que le han puesto: Lemmings Touch.
¿Qué encontramos en este descargable de la PS Store? Muy sencillo: nuevos niveles, excesivamente similares al original, pero que nos ofrecen la posibilidad de controlarlos de una forma nueva.
Los items con los que vamos a jugar son los mismos del primer título: escavar en diagonal con el pico, escavar de frente, escavar hacia abajo, bomba, trepar, paraguas, parada y escalera. El sistema de juego es el mismo: los Lemmings salen de una puerta y tienen que llegar a otra. Nosotros usaremos los items para que lo consigan sin matarse. Lo único que variamos es la forma de hacerlo. Para que nos hagamos una idea, y siempre que conozcamos el original, los cambios son estos:
- En el original seleccionábamos al original con un cuadrado. Aquí parpadea, lo que hace más sencillo localizarlo.
- En el original seleccionábamos los items de un menú en la parte de debajo de la pantalla. Aquí el menú es flotante y aparece sólo al seleccionar a un lemming, por lo que tenemos más pantalla.
- En el original éramos capaces de poder poner a dos personajes a realizar una tarea, como por ejemplo, a hacer un túnel. Aquí es prácticamente imposible.
- En el original teníamos un botón que regulaba la velocidad de llegada de los lemmings. Aquí hay tres velocidades y las marcas con una palanca, de forma táctil, en la puerta de llegada.
- El original precisaba de control por puntero y Touch es táctil.
Todo se reduce a que el juego es táctil y antes no lo era. Eso nos trae ventajas y, por desgracia, hace que algunas cosas no resulten demasiado mecánicas o adolezcan de un control no demasiado preciso. El control táctil no es el mejor del mundo en esta consola e, incluso en los niveles más sencillos, tendrás que repetir y repetir las mismas operaciones para conseguir hacer las cosas correctamente. Por el resto, como verás, es lo mismo, exactamente lo mismo, que siempre. Eso no es malo, ojo. Porque tener por algo menos de 10 euros más niveles de un juego que ocupa tanto tiempo de nuestras vidas, es como para agradecerlo.
Por otro lado, si decimos que no hay ninguna, ninguna novedad, estamos mintiendo. En el juego se incluyen los nuevos lemmings traviesos. Estos, con pelo rojo, ropa más oscura y una risa algo más maliciosa de lo normal, tendrán en algunos momentos una nueva forma de jugar. Sin dar demasiada explicación del motivo por que esto es así (los pobres lemmings traviesos son aparentemente inofensivos y no harán nada más que tener cara de malos y reírse acorde a su aspecto) nuestra misión en los niveles en que aparezcan será la de matar a los malos y dejar vivos a los buenos. Ellos no hacen nada más que destrozar la puerta de salida si la alcanzan. A cambio, nosotros les aplastaremos con rocas o dejaremos que caigan al vacío. Bueno, algo malo habrán hecho que no quieran explicarnos. Después de todo, estamos ante un juego que no permite históricamente que un personaje que se ha parado para que sus compañeros Lemmings no pasen continúe andando sin tener que sacrificarse explotando en mil pedazos.
También encontraremos elementos interactivos del escenario que podremos controlar: superficies que rebotan a las que podremos dirigir el salto, botones, puentes que se mueven…
En definitiva, no es el juego más grande del universo. Sigue siendo más un recuerdo bonito que una experiencia plena. Pero, sin duda alguna, es una aplicación pequeña, ligera, que ocupa poco y no estorba, que todo el mundo debería llevar en su consola instalado para tapar muchos tiempos muertos. Para eso, ayer, hoy y siempre, Los Lemmings son ideales. Y que sigan así por mucho tiempo… Pero que hagan un remake de Lemmings 2: The Tribes, que al menos a mí me gustó mucho.