ANÁLISIS VIDEOJUEGOS
Hubo un momento en el que todo el mundo intentó hacer su propio juego Mario Bros Style. De entre todos los estudios que lo intentaron, hubo tres que consiguieron algo similar, un producto que podría quedar para el recuerdo.
Los chicos de Insomniac sacaron para Playstation Spyro, the Dragon, en el año 1998. Por otro lado, Suker Punch lo dio todo con Sly Racoon, para PlayStation 2, en el año 2002. Y antes que todos ellos, una pequeña empresa llamada Nauughty Dog lanzaba Crash Bandicoot en el año 1996, también para la primera PlayStation. Dicho juego, pese a quien pese, está considerado como uno de los mejores plataformas en 3D, a la altura de los grandes hitos de Nintendo y muy por encima de algunos famosos intentos de personajes como Sonic de recuperar sus verdes laureles.
El tiempo, por supuesto, puso a estas tres empresas en su lugar: Insomniac es autora de las sagas Ratchet & Clank y Resistance; Suker Punch son padres de InFamous y sus secuelas; y de Naughty Dog todo el mundo conoce sus últimos proyectos, con nombres tan importantes como Uncharted o The Last of Us.
Un imprescindible para los más jóvenes, para que vean cómo se hacían los juegos hace diez años
Como no, vamos a centrarnos en estos últimos. Porque, su aportación a la primera PlayStation está clara: hicieron los primeros Crash Bandicoot. Y para la tercera las aventuras de Nathan Drake y Joel. ¿Y qué hicieron en la era PlayStation 2? Para los que no lo sepan, Naughty Dog fue autora de una de las trilogías de videojuegos más interesantes de toda aquella época. De nuevo unos juegos que sentaron las bases de cómo debían evolucionar los juegos y hacia dónde tenían que ir. La trilogía Jak & Daxter nos mostraba una riquísima colección de reglas de estilo básica que pasarían a la posteridad. La unión y colaboración de dos personajes (que vimos en aquella época en una decena de juegos, si no en más), la mezcla de plataformas con guión, perfectamente integradas (se acabó la fase con principio, fin, y a pasar a lo siguiente, aquí todo se nueve al servicio de la historia, y funciona orgánicamente)… En Jak & Daxter y, sobre todo en sus secuelas, no faltaban los momentos dramáticos, el toque adulto, la evolución de los personajes y, por supuesto, el descacharrante sentido del humor de Daxter. Todo ello, junto, hacía que dicha trilogía, subiese el nivel de los juegos de PlayStation 2, dejando claro que la intención de Naughty Dog no era sólo hacer jueguecitos, si no hacer productos que fuesen recordados.
Lamentablemente, al cambiar de generación, sus creadores, decidieron dejar este juego en tierra de nadie. Y, al hacerlo, nos quedamos sin un Jak & Daxter de nueva generación (el de PSP no cuenta, claro) hecho con la magia y el espectáculo con el que Naughty Dog impregna todo lo que toca.
Ahora bien, por suerte y por cosas del destino, PSVita ha decidido recoger el recopilatorio que lanzaron no hace demasiado para PlayStation 3, para nuestro gozo personal. Los tres juegos, que pueden ser adquiridos por separado o en un pack por un precio reducido, nos ofrecen la posibilidad de viajar a la época en la que NAughty Dog dejó el trabajo de encargo y comenzó a hacer su arte.
Probar ahora los juegos supone un viaje al pasado realmente interesante: evolución de gráficos en una misma generación, creación de recursos argumentales, herramientas de narración. Un viaje en el que nunca te sentirás fuera de onda: todo te sonará, porque aunque en aquella época se estaba redefiniendo el género, y muchas cosas se hacían por primera vez, vistas ahora encajan con la forma actual de ver los videojuegos.
En todo caso, un pack imprescindible, porque sirve como lección de historia para los que no conociesen a Jak y a Daxter, o como refresco de memoria para los que sí los saboreamos en su momento.