ÉPICO VIAJE AL ESPACIO
Prey ha llegado sin hacer mucho ruido. Lo nuevo de los padres de Dishonored, Arkane Studio, nos sirve en bandeja una aventura de ciencia ficción que lejos de tirar de tópicos vistos en el género durante los últimos años, apuesta por una fórmula de la vieja escuela. Y es que a los pocos minutos de estar metidos en faena en la Talos I nos damos cuenta de que la obra recuerda bastante a otros nombres tan destacados de la industria como Bioshock, Deus Ex, System Shock o incluso Half-Life.
Un duro día en la oficina
Prey nos pone en la piel de los hermanos Yu, humanos que deberán asistir a varias pruebas que en un principio no deberían de plantear más problemas. Hablar de la historia o trama de Prey se torna más que poco complicado sin entrar en pequeños spoilers. Y es que la aventura de Arkane Studios da importantes giros de guión a cada instante, ya desde el comienzo. Poco tardaremos en darnos cuenta de que nada es lo que parece a nuestro alrededor y mucho menos en la Talos I.
El guión, aunque se cocina a fuego lento, cuenta con un número adecuado de personajes que nos desgranan todo los entresijos de lo que sucedió en la plataforma espacial. Por otra parte, los incontables terminales, mails y audios repartidos por la nave servirán para añadir aún más trasfondo al argumento y transmitirnos esa sensación de que todo tiene sentido y goza de cierta vida.
Un apartado jugable que tu mismo creas
El argumento de Prey nos mantendrá enganchados desde el minuto uno, de eso no cabe duda, pero es el elemento jugable el que realmente nos atrapará sin remedio. Como decíamos líneas atrás, Prey bebe mucho de lo visto en títulos como Bioshock. Es el FPS de Irrational Games una de las influencias de Arkane Studios y que en contra de lo que podamos pensar sobre una “copia” descarada de la misma, la aventura de los padres de Dishonored destila personalidad y carisma por los cuatro costados.
Tendremos total libertad para movernos por la Talos I. Durante nuestro periplo deberemos de indagar en mails y ordenadores que nos abran las puertas a secciones cerradas, avanzar en la trama, reciclar y construir objetos de utilizar, mejor nuestras habilidades con los neuromods o implantes; pero en especial hacer frente a los Tifón, las entidades alienígenas que nos complicarán nuestro devenir en la Talos I.
Aunque su variedad no es que sea muy grande, los diferentes tipos de Tifón que encontraremos supondrán un auténtico reto para nuestras habilidades. Cabe destacar que Prey no es un shooter como en un principio pueda ocurrir con Bioshock o Half-Life, sino más bien un juego de supervivencia. Aunque encontraremos escopetas y pistolas repartidas por el escenario, nuestro ingenio será el gran aliado durante las más de 25 horas que promete su Campaña.
El cañón GLOO por ejemplo nos vendrá a las mil maravillas para detener a cierto tipo de Tifón para luego rematarlos con la llave inglesa, o simplemente dejarlos inmóviles para escondernos sin miedo a ser encontrados. El sigilo juega un factor crucial en Prey, pero también el gasto de puntos de habilidades. Dividido en tres ramas, el árbol de habilidades presenta características como aumento de salud, escudo, mejoras en el pirateo y reparación de objetos, fuerza para mover objetos más pesados, etcétera. Llegado el momento entrará en escena la posibilidad de mejorar también las habilidades “paranormales” de nuestro personaje.
Como ya estaréis imaginando desarrollar una faceta más alienígena que humana traerá consigo consecuencias, y no sólo para nuestro personaje, sino también de cara a cómo nos ven los “habitantes” Talos I. Las torretas o humanos pasarán a ser hostiles, mientras que algunos alienígenas se mostrarán menos beligerantes.
Una obra imprescindible para los amantes de la ciencia ficción
Arkane Studios ha demostrado como ya hicieran con el primer Dishonored que son capaces de crear un universo único. Si con aquel título protagonizado por Corvo Attano nos sirvieron una obra atemporal, con Prey hacen lo mismo o mejor no sólo que en Dishonored sino también en otras ya mencionadas y de índole atemporales.
Acción, aventura, sigilo, tensión, exploración. Prey reúne elementos únicos que además se ven potenciados por un apartado visual excelente, acompañado además por su diseño artístico. El apartado sonoro tampoco se queda atrás. Gracias a él podemos disfrutar de una banda sonora única, un doblaje más que digno y unos efectos notables.
En definitiva, Prey es uno de esos juegos que llegan sin hacer mucho ruido, pero que una vez los pruebas te atrapan sin remedio desde su comienzo hasta la conclusión del mismo. Un juego que demuestra además que todavía hay cabida para desarrollados únicamente pensados para un jugador.