FRAUDES
El gobierno de Georgia está investigando a un hombre por supuestamente gastar el dinero del préstamo en ayudas para afectados por coronavirus para comprar cartas TCG.
La pandemia provocada por la covid-19 afectó a todo tipo de industrias, siendo los pequeños negocios los que más se vieron afectados: las restricciones del momento hicieron que muchos de ellos cerraran sus comercios como la mejor alternativa. Con esta triste situación, varios gobiernos ofrecieron todo tipo de ayudas para que no se tuviera que llegar a tal extremo, y ahora un hombre está siendo investigado por supuestamente aprovecharse de esta ventaja para comprar cartas coleccionables de Pokémon.
Según informan varios medios de comunicación internacionales, el gobierno federal de Georgia, Estados Unidos, ha acusado a un hombre por gastar aproximadamente 57 mil dólares (48 mil euros si hacemos la conversión) en tarjetas TCG de Pokémon. Si bien esto por sí solo no es un delito, la razón por la que han abierto una investigación es por gastar el dinero que se le entregó como préstamo en ayudas para afectados por coronavirus.
En teoría, y de acuerdo a los últimos documentos recogidos, solicitó dicha ayuda económica y el gobierno terminó dándole 85.000 dólares en 2020 para salvar puestos de trabajo en su empresa, pero a cambio el hombre gastó más de la mitad en cartas coleccionables de Pokémon. La empresa estaba compuesta por 10 empleados con un ingreso bruto anual de unos 235.000 dólares. No obstante, estos detalles habrían sido falsificados, lo cual significa que Oudomsine, el acusado, estuvo aprovechándose del préstamo para uso personal.
La investigación todavía no está cerrada, pero en caso de salir culpable, podría enfrentarse a una condena de hasta 20 años en prisión, además de una multa de 250.000 dólares.
Es bien sabido que las cartas coleccionables de Pokémon son objeto de deseo. Incluso caras conocidas a través de Twitch han dedicado gran parte de sus directos a abrir sobres y buscar tarjetas que cuesten más de cinco cifras en páginas de subastas. Desafortunadamente, no todas las cartas valen su peso en oro, ya que la exclusividad y las auténticas rarezas son dos de las variantes que hacen tan cara esta colección.