Vendida una carta de Pokémon por más de 175.000 euros

En el pasado ya os explicamos cómo de caras podían llegar a ser algunas cartas coleccionables de la licencia Pokémon, que se comenzaron a distribuir en 1996/1997. Sabemos que algunas cartas pueden llegar a ser muy caras, por ejemplo la primera edición de Charizard o una edición específica de Kanghaskhan. También cartas muy limitadas como la Lucky Stadium, que fueron entregadas como premios en los torneos de verano del Desafío Mundial Japonés que se realizó en julio y agosto del año 2000 y que, por lo tanto, sólo existen pocas decenas en circulación.

Recientemente una subasta organizada por la casa Goldin Auctions de 103 cartas de Pokémon, todas calificadas como raras y en muy buen estado, llegó a alcanzar los 107.010 dólares. Son cifras mareantes para tratarse de simples tarjetas de cartón que, por supuesto, tienen poco menos de 25 años. No estamos hablando de cromos de béisbol de los años 40, 50 o 60. Sino de tarjetas Pokémon del año 2000...

Una tarjeta de Pikachu valorada en 195.000 dólares

Pero el mundo de Pokémon TCG nuevamente nos ha vuelto a sorprender con las cifras mareantes de dinero que manejan los coleccionistas. Weiss Auctions realizó una subasta para la carta promocional conocida como "Pikachu Illustrator", en un alto estado de conservación. La carta es extremadamente rara, ya que fue entregada en el concurso CoroCoro Comic Illustration de 1998 en Japón, una revista que habitualmente informa sobre Pokémon. Originalmente fueron entregadas 39 tarjetas pero, como la mayoría fueron a parar a niños, y han pasado 20 años desde entonces, muchas de ellas no están en circulación y sólo se encuentran unas pocas con un estado perfecto para los coleccionistas.

Se esperaba que la carta se convirtiese en la más cara de Pokémon, superando los 100.000 dólares, pero las estimaciones se quedaron cortas. La carta se ha vendido por unos 195.000 dólares, alrededor de 175.530 euros. La carta casi dobla el valor estimado inicial, convirtiéndose con bastante margen en la carta de Pokémon más cara del mundo. Eso sí, no han sido reveladas las identidades de quién compró y quién vendió la tarjeta.