Sale a la luz que Nintendo DS estuvo a punto de tener su propio Mass Effect
Analisis
Hace unos meses pudimos probar una nueva locura de Activision titulada Skylanders. En principio, el juego supone el regreso de Spyro, una gran mascota de la era de la primera Playstation, que probaba suerte en el mercado de la fusión entre el juguete tradicional y el videojuego.
Hoy, tiempo después, ya hemos podido probar suerte con este concepto, que ofrece la posibilidad de mejorar las opciones del juego mediante la compra de nuevos juguetes en los comercios habituales.
El resultado de este juego es realmente interesante, y consigue el objetivo de originalidad y de plantear nuevos retos y puzzles del juego, a través de acciones igualmente complicadas en el mundo real, como es que un niño consiga que sus padres le compren más juguetes para ampliar el mundo que encontrará al encender la consola.
Para que nos entendamos, lo que se ha inventado Activision es una nueva vía de negocio realmente interesante, que consiste en vender DLCs físicos, nuevos personajes o items que pueden abrir nuevos escenarios. Si quieres los compras, y ves cómo puede mejorar la partida, o si no quieres, no los compras.
En todo caso, este juego que se podría enmarcar en el género de los LEGO de Traveller tale, por su componente de puzzles multijugador, es realmente divertido.
En principio, el kit básico nos planta en el mundo con tres posibles guerreros. Cada uno de ellos tiene sus propias facultades: podrá saltar más alto, volar, disparar, andar por fuego, hielo... Los personajes incluidos en el juego permiten realizar la campaña básica. Pero no nos permitirán acceder a numerosas zonas del juego, ocultas tras obstáculos que sólo podrán sortear otros personajes. Nuestro objetivo, por supuesto, es conseguir esos personajes, comprarlos o intercambiar muñecos con algún amigo, para poder seguir avanzando en el juego, que hay mucho que ver.
La forma de interactuar con los muñecos y con el juego es sencilla: Skylanders incluye un portal que se conecta a la consola mediante USB. Dicho portal es capaz de interpretar qué muñeco se ha puesto encima, para introducirlo en el juego. De esta forma, el acto de cambiar de personaje se convierte en algo físico y resulta algo más inmersivo. La edición de Nintendo 3DS, ligeramente diferente, nos permite cargar un número limitado de personajes con el juego, para no hacernos demasiados líos, llevando encima portales y muñecos, pudiendo cambiar en la partida entre los que hayamos elegido la última vez que cargamos alguno a través del portal.
Todo ello ofrece una experiencia, que si bien nunca pierde el aspecto de estrategia comercial, que resulta interesante. Sin perder el aspecto de un videojuego (y, además uno que funciona y que está a la altura de las exigencias del cada vez más duro público infantil), nos ofrece la experiencia añadida de entrar en conceptos físicos. El niño puede jugar con los muñecos cuando la consola está apagada. Puede continuar las aventuras, crear nuevos argumentos. También puede coleccionarlos o tenerlos como simple adorno. Pero, sobre todo, puede intercambiar experiencias y hacer crecer la experiencia dentro de sus limitaciones. Es un juego abierto, al que le esperan muchas novedades y que puede ser tan grande como quieras, con una base bastante amplia.
La experiencia es interesante, en algunos aspectos novedosa y, por supuesto, divertida. Si estás en la edad de probarlo, sin duda es algo que no deberías perderte.