HUEVO DE PASCUA
El próximo 29 de marzo se estrena Ready Player One, película dirigida por Steven Spielberg que a su vez está basada en una novela de homónimo título escrita por Ernest Cline. Tanto la película como la novela presentan una historia de ficción en la que los seres humanos pasan más tiempo de su vida en el mundo virtual que en el real. Ready Player One tiene múltiples referencias tanto a la cultura pop de los años 80 como a videojuegos de todo tipo, y es que es precisamente a raíz de un videojuego el autor original del libro, Ernest Cline, se inspiró para escribirlo.
El videojuego en cuestión es Adventure, un título creado en 1980 por Atari. En aquellos años, el sector de los videojuegos aún estaba empezando a dar sus primeros pasos con algunas máquinas recreativas y las consolas de segunda generación. Atari 2600 sería la máquina que recibiría este videojuego que, como su título indica, abarcaba el género de las aventuras.
Pese a sus gráficos primitivos, Adventure es a menudo mencionado como uno de los videojuegos más rompedores del sector, y es que en su día no había nada parecido. Pese a ello, en aquella época los creadores de videojuegos debían permanecer en el anonimato, en los juegos de Atari no había créditos y esto no le gustaba nada a Warren Robinett, principal creador de Adventure.
Para que su nombre apareciese en este título, Warren pensó en una idea: introducirlo en un lugar que nadie pudiese ver de una forma "normal", o lo que es lo mismo, aprovechar uno de los errores de programación para que introducir su nombre fuese posible. En una habitación oculta en uno de los castillos del juego, el creador introdujo su nombre. El resto de empleados no se dieron cuenta, y es que para acceder a esta sala es necesario forzar algunas colisiones del juego.
El primero en encontrar este "huevo de pascua" (considerado como el primero en la historia de los videojuegos) sería un joven de 15 años, quien envió una carta a Atari desde su domicilio de Salt Lake City. La carta fue a parar al propio Warren Robinett, quien la guarda aún a día de hoy. Pues bien, esta historia sirvió a Ernest Cline a la hora de confeccionar la trama de su novela.
En Ready Player One, James Halliday, creador de un sistema de realidad virtual llamado OASIS, ha dejado una herencia jugosa que solo conseguirá el jugador más ávido. Para hacerse con ella, sin embargo, es necesario descubrir un secreto que dejó oculto en su propio sistema. Al igual que en Adventure, los jugadores de OASIS deben reunir pistas y llaves para conseguir desbloquear el huevo de pascua más codiciado.
Este símil sin duda da un toque de autenticidad a la novela que vendió más de 10 millones de ejemplares en todo el mundo y que, en poco más de dos meses, estrenará su propia película dirigida por Steven Spielberg.