Mirada sincera y natural en The Last of Us 2: Creadores hablan sobre la profundidad a la hora de perfeccionar los ojos
Análisis
Después del lanzamiento de toda nueva videoconsola, llega un momento un tanto desapacible. Nos referimos a esas semanas en las que te fuerzas a jugar al nuevo lanzamiento, pese a que los títulos que han acompañado la puesta de largo no lo justifican. Son momentos en los que, tristemente, en el caso de las consolas retrocompatibles, te ves probando juegos de la antigua generación.
Por suerte, esta sensación no es eterna. Dura unas pocas, muy pocas semanas. Las empresas se ponen en seguida las pilas y comienzan a sacar juegos en los que, además de divertirte, comienzas a ver lo que realmente vas a poder hacer con la nueva videoconsola. Porque, si hay otra cosa que caracteriza a los juegos de la primera hornada, es que suelen estar realizados con unos medios similares que a los de su antecesora.
Con Nintendo 3DS ha pasado eso exactamente. Pese a la presencia de un estupendo Street Fighter IV en el catálogo de salida, la ausencia de los clásicos de Nintendo, la poca afluencia de grandes nombres y la poca variedad habían conseguido que las voces críticas comenzasen a surgir.
Pero llegó Zelda y, tras él, llega Resident Evil: The Mercenaries 3D.
Resident Evil: The Mercenaries 3D nos ofrece un poco de acción para esos ratos cortos en los que nos apetece matar a unos zombis.
Lo que conseguimos con este nuevo título de Capcom es algo inaudito. Para empezar, y pese a lo que puedan decir esas voces críticas, los gráficos que vemos en pantalla son maravillosos. Resoluciones de pantalla aparte, realmente tenemos la sensación de estar delante de un juego de PS3 o Xbox 360. Obviamente, la sensación se consigue únicamente bajando la resolución de los 1080 p de un televisor normal a los 240 p de una 3DS. Pero, el efecto visual, que es lo que cuenta, ofrece un aspecto hasta la fecha incluida PSP, no ofrece ninguna consola portátil en el mercado.
Respecto al juego en si, Capcom y Nintendo nos ofrecen un producto simple y enfocado más al mercado online y multijugador, a la partida rápida y a la acción directa que a la larga duración y a la aventura que nos tiene acostumbrados la saga Resident Evil. Como el propio nombre del juego indica, es un modo Mercenarios, como el que pudimos disfrutar en Resident Evil 5. Dicho modo nos lleva a explorar la parte más de acción de la saga. Todo son pruebas cortas, a contrarreloj, en las que tendremos que matar a todos los zombis posibles de la forma más trepidante. Como os hemos comentado, Mercenaries 3D es, más que un juego, un modo que, habitualmente se incluye con otro juego. Ni las posibilidades de modo multijugador cooperativo, ni sus increíbles gráficos, con escenarios cogidos de Resident Evil 4 y Resident Evil 5, ni la inclusión de toda una extensa galería de personajes de la saga, ni siquiera su impecable aspecto pueden quitar esta sensación. El juego es lo que es, y no puedes esperar grandes aventuras, ni desvelar por fin, y en 3D, los secretos que se esconden bajo la corporación Umbrella. Resident Evil Mercenaries 3D te dejará que pegues muchos tiros a las cabezas de muchos zombis. Y, por primera vez en la saga, te dejará hacerlo mientras andas, simultáneamente. Todo hay que decirlo, no con la gracia y estilo de un Gears of War, pero por fin podemos hacerlo.
Así que, si te gusta matar zombis, quieres probar hasta dónde puede llegar gráficamente tu consola y, bueno, quieres pegar unos cuantos tiros con un amigo, es un buen ejemplo. Aunque, insistimos, de momento no es el Resident Evil definitivo de esta consola, ni mucho menos. Tendremos que esperar hasta Revelations para encontrar, al menos, un candidatos para este puesto.