IMPUESTO POR VIOLENCIA
Un representante político del estado de Rhode Island, en EEUU, acaba de presentar una iniciativa atípica con la que se pretende subir los impuestos a los videojuegos deliberadamente violentos. El político en cuestión se llama Robert Nardolillo y su propuesta viene a raíz del atentado reciente perpetuado por un joven que mató a 17 escolares a punta de rifle en el instituto de Parkland, Florida.
El impuesto presentado pretende destinar el 10% de las ventas de todos los videojuegos calificados con la etiqueta "M" (etiqueta americana que indica que un videojuego solo es recomendado para mayores de edad) para llevar a cabo una campaña con el objetivo de "mejorar la salud mental y los recursos de asesoramiento en las escuelas". El político americano indica que "hay evidencias de que los niños que juegan a títulos violentos a edades tempranas, tienden a actuar de forma más agresiva".
Cabe recordar que múltiples estudios desdicen estas declaraciones con datos como que solo 20% de los tiradores en escuelas han juegan a videojuegos violentos habitualmente, porcentaje inferior al total de jugadores de este tipo de videojuegos. Coincidentemente, Nardolillo está en contra de la regulación de armas en EEUU y otros políticos que responsabilizan a los videojuegos en haber influido en los jóvenes a la hora de cometer crímenes, apoyan la Asociación Nacional del Rifle.