MORALIDAD CUESTIONABLE
¿Cómo os quedaríais si os decimos que la policía ha utilizado una plataforma para retransmitir partidas con sus colegas como medio para informar de un caso, y más concretamente, de un asesinato? Este ha sido el caso del Departamento de Policía de Seattle y que en los últimos días se ha granjeado una polémica reputación.
El caso comienza con la muerte de Charleena Lyles; una mujer que fue abatida a tiros hace menos de una semana por uno de los agentes de Seattle. La mujer, y que previamente ya tenía antecedentes, recibió a los policías armada con dos cuchillos. La noticia recorrió todas las planas de índole nacional, poniendo en tela de juicio la metodología utilizada por los agentes y que podrían haber evitado la muerte de Charleena.
No obstante, lo realmente escabroso del caso viene de manos de algunos de los policías del departamento. Considerados unos grandes amantes de los videojuegos, y en concreto de título multijugador Destiny, varios policías utilizaban una cuenta de Twitch para retransmitir sus partidas, hablar con usuarios y por supuesto con sus colegas del cuerpo. Lo que nadie se esperaba es que durante una de las muchas partidas al juego de Bungie, los propios agentes emplearan dicha plataformas para ofrecer novedades e incluso opiniones personales al respecto sobre el caso de Charleena Lyles.
Las críticas no han tardado en llegar y no precisamente de forma sesgada, dejando entrever la poca profesionalidad de varios de los policías de Seattle. Ha sido el propio Sargento Sean Whitcomb quien sin tapujos ha dado detalles sobre el procedimiento llevado a cabo y mucho más.
“Reconocimos los problemas mentales de Lyles, por lo que la policía exige al menos un arma no letal como parte del equipo en estos casos. En esta ocasión llevaban spray de pimienta y porras, pero no una pistola eléctrica”; explicaba el Sargento en respuesta a uno de los usuarios que preguntaba a Whitcomb a través del chat en directo.
Ante las duras críticas vertidas en Twitch e incluso llegando hasta Twitter (hashtag incluido), del Departamento de Policía de Seattle se ha visto obligado a cerrar de forma pemanente el canal y por ende toda retransmisión de juegos. “Habría sido incontestable no seguir con la emisión, simplemente ofrecimos una actualización sencilla sobre el progreso en el caso”, defendía Whitcomb.