NUEVA VICTORIA
La compañía japonesa sigue manteniéndose firme en su lucha contra la piratería y esta vez se anota un gran tanto al entregarse uno de los responsables del Team Xecuter.
A lo largo de los años, las compañías de los videojuegos luchan incansablemente contra la piratería, buscando acabar con esta y dar carpetazo a las filtraciones. Sin embargo, esta lucha todavía tiene muchos capítulos por completar, sobre todo si tenemos en cuenta que son muchos los grupos que se han formado y que no parecen tan dispuestos a acabar con sus tareas. Por supuesto, esto no impide que compañías como Nintendo sigan adelante con su lucha y se lo pongan difícil a los hackers, tal y como ha demostrado recientemente.
En los últimos años son varias las victorias que esta compañía ha logrado anotarse, pero una de las más sonadas es muy reciente puesto que en un juicio contra Team Xecuter, la compañía ha salido victoriosa al declararse uno de los responsables de este grupo de hackers culpable. Este grupo, para aquellos que no lo sepan, vendía software y hardware de las consolas, aunque en sus testimonios siempre han argumentado que se trataba de defender los derechos del consumidor.
¿A qué se debe este argumento? A que indican que cada uno tiene derecho a reparar su propia consola. Sin embargo, Nintendo opinaba algo completamente distinto, sobre todo por las formas en las que estos actuaban. Por ello, esta lucha comenzó muchos años atrás, siendo en 2020 cuando a los esfuerzos de la compañía se sumaba el gobierno norteamericano. ¿Qué se logró con esto? Que se lanzase una investigación criminal para 3 de los 12 miembros del grupo de hackers.
Un grupo de hackers que trabajaba desde distintas partes del mundo
Según se describe en los documentos del caso, este grupo estaba compuesto por hackers individuales que vivían en distintas partes del mundo. Algunos actuaban buscando las vulnerabilidades de la consola y diseñando dispositivos para estos mientras que otros creaban webs entre otras tareas. Un camino que comenzó en 2013 y que llegó aproximadamente a su fin en agosto de 2020.
La compañía, a lo largo de los años, había tratado de ocultar sus actividades con distintos falsos usos comerciales. Sin embargo, su intención principal y su objetivo claro era el de piratear los juegos. Eso sí, finalmente fueron atrapados dos de los miembros del grupo, exactamente Max Louarn, un hombre francés de 48 años, y Gary Bowser, un hombre canadiense de 51 años. Este último siendo extraditado desde la República Dominicana a EEUU.
Durante la investigación parecía que no se acabaría por llegar a un punto común. Sin embargo, fue el propio Bowser quien se ha declarado culpable por conspirar para eludir medidas tecnológicas en tráfico de dispositivos. ¿Cuál será su pena? Un máximo de 5 años. Sin embargo, todavía se busca que a Louarn se le extradite por los mismos cargos y, de este modo, poder ser juzgado también en una corte de Estados Unidos.