CON FINAL FELIZ
A pesar de tener control sobre los movimientos de nuestros hijos en Internet, pueden suceder accidentes y encontrar sorpresas en las facturas.
La tecnología, tal y como la conocíamos, ha cambiado significativamente durante las dos últimas décadas. Hemos pasado de utilizar televisores de tubo a Smart TV; de conectar a nuestro ordenador un cable larguísimo para navegar en Internet a poder hacerlo desde cualquier lugar, o incluso de reproducir un CD a tener en nuestro bolsillo una biblioteca llena de miles de canciones para escuchar en cualquier momento. Todo ello por no hablar de la increíble evolución de los teléfonos móviles, ya que hace 25 años las pantallas táctiles eran cosa de las películas de ciencia ficción.
No cabe ninguna duda de que estos avances tecnológicos han permitido que nuestro día a día sea infinitamente más sencillo y que podamos realizar múltiples acciones sin movernos de casa. En estos últimos años la seguridad en Internet también ha crecido a pasos agigantados, de forma que podemos introducir nuestros datos con la garantía de que nadie nos los va a robar. Es posible efectuar cualquier tipo de compras o suscripciones en la red pero, sin embargo, a veces puede resultar peligroso si no tenemos la certeza de que estamos gastando dinero para jugar a algún videojuego.
No es la primera vez que hablamos del exhaustivo control que deberían tener los padres sobre sus hijos mientras disfrutan de los videojuegos. No solo por asegurarse de que sea una experiencia apta para su edad, sino también por la posibilidad de asignar entre las opciones el número de la tarjeta de crédito. Este tipo de errores pueden llegar a reclamarse a las distintas compañías, y recientemente Apple tuvo que disculparse después de negarse a un reembolso y devolver la friolera de mil dólares.
De acuerdo a la información transmitida por Global News,María Vásquez no dio crédito después de revisar su teléfono móvil tras salir del trabajo. Su hijo de apenas nueve años, Thenniel, había gastado nada más y nada menos que 1.116,32 dólares en la tienda de aplicaciones de Apple. Entre las compras se encontraban videojuegos como Roblox y Coin Master. Sin embargo, el caso es algo delicado, ya que el niño sufre de trastorno del espectro autista y la madre declaró que no se dio cuenta de que los juegos costaban dinero.
Según afirma Vásquez, el incidente empezó cuando se dispuso a actualizar el iPad de su hijo y asegura no haberse dado cuenta de que Thenniel pudo haber memorizado su contraseña, ya que el aparato se sincroniza con su teléfono. “Estaba a mi lado cuando estaba haciendo eso, eran solo siete personajes y, como tiene TEA, es una de sus fortalezas”. Tal y como habría hecho cualquiera, la madre se acercó a Apple para explicar lo sucedido y solicitar el reembolso pertinente.
María Vásquez recibió una carta de Apple diciendo que no se podía aprobar la solicitud, además de recomendar a la madre volver a leer los términos y condiciones de los servicios multimedia de la marca. Al poco tiempo Vásquez acudió a Consumer Matters para resolver la cuestión de forma más personal y al poco tiempo el gigantesco tecnológico pidió disculpas y le devolvieron todo el dinero.