NBA Jam era un juego divertido, porque no prometía absolutamente nada de lo que no podía dar. En aquellos tiempos, en la primera mitad de los 90, si querías dar realismo en un videojuego de baloncesto, tenias que ponerte a meter polígonos, a usar físicas imposibles, y el resultado rozaba lo ridículo. NBA Jam devuelve todo el sabor de las recreativas de los 90. Por ello, juegos como NBA Jam nos ayudaban a que todo pareciese más genuino. Si la física es un problema, sáltatela; si las texturas te complican la vida, mete un rollo fotorrealista que haga que todo parezca mejor; si los tamaños de las cabezas te parecen un lastre, haz que todo el mundo se vea cabezón… El resultado, como decimos, era realmente divertido. Un juego al que se odía echar mano en cualquier momento. Y algo que no decepcionaba a nadie. Ahora, ese título, tras algunos años de silencio, vuelve al mercado. Y lo hace, como debe hacerlo: respetando absolutamente todos los aspectos del original. No vamos a engañarnos, por mucho que haya evolucionado la tecnología en videojuegos en los últimos años, NBA Jam es así, y así tendrá que ser siempre. Por mucho que hubiesen metido gráficos tridimensionales, nuevas animaciones, efectos especiales y demás zarandajas, lo que realmente queremos es un punto de vista en 2D, personajes fotorrealistas cabezones y mates flipantes. No queremos un NBA 2K11, con gráficos que parezcan arrancados de uan retransmisión deportiva real (pero cabezones) y en el que Gasol y compañía peguen saltos imposibles. Eso sería hacer NBA 2K11 con personajes deformes e hipervitaminados. Una aberración. [[RELATED Página Web Oficial del juego Wikipedia de NBA Jam [[/RELATED NBA Jam, el nuevo, es por lo tanto un fiel reflejo actualizado de lo que recordamos. Está en ese umbral en el que el recuerdo no nos permite distinguir bien si realmente ha mejorado (que lo ha hecho, vaya si lo ha hecho), o sigue igual de bien que siempre. Por lo tanto, antes de enfrentarte a sus múltiples modos dejuelos (en los que se incluye hasta una pelea de Bosses divertidísima), encomiéndate al santo Shakalaka y disponte a divertirte. Es, exactamente, lo único que ofrece este juego. Y lo consigue, sin importar lo constreñido que esté uno, o los prejuicios que tenga en su mente.