Forza Motorsport 7
MUY POLÉMICAS
Hay ocasiones en las que un buen personaje o guión pueden ayudarnos a recordar un juego durante años. Si a esto le sumamos misiones que se salen de la norma habitual, con tareas que jamás podríamos llevar a cabo en la realidad, mejor que mejor. Las drogas o el alcohol son dos factores que pueden ayudarnos a pasar una noche en el calabozo, pero que en los videojuegos nos han dejado momentos difíciles de olvidar.
Far Cry 3, además de ser un shooter genial, es uno de esos títulos que cuenta con una misión que sería imposible realizar en la vida real. Hablamos del encargo de quemar una plantación de marihuana con un lanzallamas . Ya de por sí hacerlo podría ocasionarnos problemas con sus dueños, pero si además tenemos un arma de este calibre equipada las consecuencias serían aún peores.
Alcohol y conducción son dos palabras que nunca deberían ir ligadas, por bien nuestro y el del resto de transeúntes o conductores. Rockstar quiso poner a prueba nuestra habilidad al volante en Grand Theft Auto IV. En una de las misiones del aclamado videojuego debíamos conducir un vehículo después de una noche de desmadre y copas. Retirada de carnet y una buenas vacaciones en la cárcel como mínimo serían los resultados.
En el Lejano Oeste el alcohol estaba a la orden del día. Las disputas en bares eran parte del día a día para los camareros y el ejemplo más claro lo encontramos en Red Dead Redemption 2. Durante una de las escenas del juego, una fiesta con nuestros amigos termina en borrachera y por lo tanto en una disputa en pleno bar en la que vuelan sillas, mesas y alguna que otra bala.
El cannabis también tuvo su momento de protagonismo en Grand Theft Auto V, con una de las misiones más icónicas que se recuerdan de la saga de Rockstar. Si con alguno de los protagonistas decidimos fumarnos el porro que nos ofrecen en la plaza de Los Santos, las reacciones pueden ir desde disparar en plena calle hasta liarnos a mamporros con todo el que pase por delante.