Cinco momentos de los videojuegos que nos cambiaron para siempre
MULTITUD DE TIPOS
Los coleccionables siempre han estado presentes en los videojuegos. Desde su implementación, este tipo de elementos han servido para demostrar la pasión del jugador por la obra, su dedicación al videojuego y por ende poder presumir de ello con sus amigos. Con el paso de los años los coleccionables han evolucionado, convirtiéndose en una parte más de la jugabilidad e incluso sufriendo transformaciones en forma de logros y con los que agrandar el caché de nuestro perfil en consola.
Hay estudios que introducen los coleccionables de forma natural, tal es el caso por ejemplo de la saga Fallout. En la franquicia posapocalíptica de Bethesda los podemos encontrar en forma de muñecos cabezones. Cada uno de ellos nos reporta ciertas estadísticas para el personaje. En el caso de la saga Batman: Arkham, el villano Enigma se convertía en el verdadero protagonista de esta categoría. Encontrar cada coleccionable suponía todo un reto a superar a modo de puzzle.
También hay compañías que simplemente se han caracterizado por introducir coleccionables por el mero hecho de alargar la vida del producto de forma artificial. Uno de los casos más conocidos es Assassin’s Creed. Entrega tras entrega Ubisoft ha poblado el mapa de sus juegos con secretos a veces no tan escondidos para poder decir que hemos completado el juego al 100%. En muchos casos suponía más un ejercicio de paciencia que un verdadero desafío.
Con las luces y sombras de los coleccionables en la industria, ¿con qué tipo de coleccionables te quedas tu? Durante los últimos años los ha habido para dar y tomar, por lo que en el siguiente test queremos saber tu opinión.