BASADO EN EXPERIENCIAS REALES
Un videojuego que explora las relaciones tóxicas tomando como referencia casos reales.
Las relaciones tóxicas y la violencia es un problema, desgraciadamente, cada vez más de actualidad. Este tipo de situaciones suceden no sólo en parejas adultas, sino también en otras de índole más joven. Ahora, gracias al trabajo de unos desarrolladores, Last Call propone experimentar de primera mano las sensaciones que puede llegar a vivir una persona que está inmersa en una relación tóxica.
Last Call es un videojuego desarrollado por Nina Freeman. Ella se encargó de escribirlo y diseñarlo. En el proceso no estuvo sola. Jake Jefferies fue quien se responsabilizó de todo el apartado vinculado al arte. Para la creación del videojuego, Nina tomó como referencia situaciones vividas por ella, pero también por Jake, en el campo del amor y los malos tratos.
Last Call explora de forma autobiográfica la violencia y el amor en las relaciones
Disponible de forma completamente gratuita, Last Call comienza con la narradora poniéndonos en situación, contándonos que ha decidido poner fin a la relación con su pareja. Una relación que se ha visto protagonizada por los malos tratos y situaciones terroríficas, tal y como relata la narradora.
A través de unas cartas que encontramos repartidas por la habitación y en diversas cajas, las misivas nos ponen al día de forma tajante y sin ningún tipo de pudor de la violencia doméstica, emocional, abuso y agresiones físicas que sufría durante la relación. El juego, sin llegar a mostrar este tipo de contenido en ningún momento de forma explícita, nos lo hace saber de forma contundente únicamente a través de las cartas.
Last Call trata de cómo la narradora superó no sólo la relación en la que se encontraba, sino también las heridas físicas y emocionales de la misma. Un proceso de reconstrucción que nosotros mismo realizamos empaquetando recuerdos de ella, que al mismo tiempo tiene su componente poético en varios elementos repartidos por la habitación.