Cinco momentos de los videojuegos que nos cambiaron para siempre
MUY ÚTILES
A todos nos gusta jugar a videojuegos. Disfrutamos de las partidas en solitario o con amigos, dejando muchas veces de lado otras obligaciones tanto en casa como en nuestro día a día. Y aunque realmente nos lo pasemos en grande con los videojuegos, como cualquier otro hobbie, tenemos que tener en cuenta ciertos hábitos que no debemos de olvidar.
Convertir a los videojuegos en parte de tu rutina diaria no está nada mal, pero limita su uso a un máximo de dos horas. Puedes repartirlo como tu prefieras, ya sea en la noche o a la tarde cuando tengas un hueco. Además de esta manera estarás alargando la vida útil de ese juego que acabas de comprar.
Puede que jugar a videojuegos con amigos y familia en casa sea divertido, pero deberías de replantear que enfocar estos momentos delante de una pantalla no siempre sea lo correcto. Realiza otro tipo de actividades como dar un paseo, tomar un café o mantener una conversación, ya habrá tiempo para jugar en cooperativo.
Los más pequeños de la casa son los más susceptibles a pasar largas horas frente a los videojuegos. Las consolas actuales permiten aprovechar opciones de control parental para limitar no sólo las horas de juego, sino también qué tipo de contenido pueden consumir. No dudes en utilizarlas.
No hay ningún problema durante los fines de semana en exceder esas dos horas diarias recomendadas para jugar a videojuegos. Eso sí, debes tener en cuenta que deberás hidratarte, mantener el horario de las comidas y descansar durante 15 o 30 minutos después de cada hora de juego. Aprovecha ese tiempo para estirar las piernas o dar un paseo.