IMPOSIBLE DE LOGRAR
Un juego indie ha supuesto un nuevo reto para los jugadores al presentar un logro que, simplemente, es imposible de ganar.
A lo largo de los años, las plataformas de videojuegos han demostrado que quieren presentar grandes retos para los jugadores. Para ello, presentan un estilo de colección de logros que están disponibles gracias a la ayuda de los desarrolladores. Sin embargo, estos logros no siempre son fáciles de conseguir. Después de todo, hay compañías que buscan ocultar muy bien los elementos que provocan que estos puedan desbloquearse para, de ese modo, suponer un reto mayor para los jugadores.
Esto hace que muchos lo tomen como algo personal, buscando coleccionar todos o casi todos los logros que se definen como “imposibles” para, de ese modo, poder completar su perfil de manera única y exclusiva. Sin embargo, el creador de Where the Water Tastes like Wine, Johnnemann Nordhagen, ha buscado crear un reto que realmente es imposible de superar con un logro que, en términos generales, no se puede conseguir.
Así lo ha desvelado en una entrevista en la que afirma que su obra cuenta con 38 logros de los que, realmente, solo se pueden conseguir 37 de ellos. Esto, además de encerrar un gran misterio, tiene una interesante historia detrás. Aunque, para esta, debemos contar antes de qué trata exactamente el juego y cuál es su particularidad.
Su obra está inspirada en el folclore americano donde se narra el viaje de unos personajes completos en una aventura que pronto descubrimos que está ambientada en la Gran Depresión. Los protagonistas irán descubriendo una gran aventura a medida que se van relatando historias, incluyendo encuentros con desconocidos, mientras tienen que sobrevivir a un destino que les presenta todo tipo de obstáculos.
Con este repaso general, vamos al punto de que la aventura gira entorno a un vagabundo que recorre América con la esperanza de poder llegar a la “tierra prometida”. En este lugar se le ha prometido que se puede encontrar agua que sabe a vino, un detalle que le da nombre al logro. Y si bien este podría parecer accesible, sobre todo por el hecho de que comparte un punto común con el nombre del juego, la realidad es muy distinta.
Esto se debe a que, como bien indica el creador del juego, con este logro buscaba hacer referencia directa al hecho de que Estados Unidos promete mucho a su gente y, sin embargo, no suele cumplir estas promesas. Esto da en un conjunto de detalles horribles, como la violación de tierras indígenas o, incluso, la realidad que se ocultaba la vida negra bajo las leyes impuestas por Jim Crow, hecho que está presente en el juego.
Si bien este logro tiene un significado simbólico, la realidad es que no muchos jugadores se lo han tomado bien. De hecho, el autor se vio sorprendido por las malas críticas de los completistas que, al ver que no podían conseguir ese último logro, no dudaron en quejarse. Sin embargo, el autor no se arrepiente y cree que resulta bastante curioso ese punto en el que, simplemente, ha optado por quejarse abiertamente ante las promesas que no se cumplen.