For Honor

Arropado por la presencia de Jason Vandenberghe, director artístico de juegos como Red Steel 2 o Ghost Recoon: Future Soldier, Ubisoft tuvo a bien presentar en este E3 una nueva IP con la que explorar el terreno de los juegos multijugador online: For Honor.

Tenemos que tener en cuenta que la empresa gala no ha tenido mucha experiencia en este aspecto en toda su historia, ofreciendo mayoritariamente experiencias perfectamente empaquetadas y que ofrecen campañas de gran factura. Sin embargo, el aroma de éxito que destilan algunos productos más vinculados (o vinculables) con los eSports están haciendo que cambie un poco la manera de entender los nuevos lanzamientos de la compañía. Lo que no es va a traer Rainbow Six Siege y, claro está, este For Honor del que vamos a hablar.

Uno de los secretos más interesantes de este juego es, sin lugar a dudas, es su propia filosofía. Por lo que pudimos llegar a ver en el E3, el juego pretende destacar como un juego de acción medieval que representa un tipo de batallas realistas entre dos bandos. La demo que probamos en el stand de Ubisoft nos permitía probarnos primero en las artes de la lucha. El sistema de combate es bastante complejo, intentando representar el nivel estratégico que tendría en la vida real luchar con armas tan pesadas (tenemos espadas de gran peso y un escudo como únicas armas) y, claro, para no quedar un poco en ridículo hay que pasar por el consabido tutorial. La historia es que aquí tenemos que medir muy bien cuál es ángulo exacto con el que golpeamos o defendemos, siempre estudiando qué es lo que creemos que va a hacer nuestro rival inmediato. La experiencia puede ser muy frustrante al principio, por estar muy alejada de los clásicos controles por botonazos y combos. Pero poco a poco se va convirtiendo en algo más natural que podremos hacer de forma automática. O eso es lo que nos pareció en los no más de 15 minutos que pudimos probar en la feria.

El resto de la demo, pasado el tutorial, consistió en una partida de 4 vs 4, que es la fórmula a la que aspira el juego. En principio, cada uno de los equipos, con los clásicos rojo y azul como colores, contaba con una decena de NPCs para hacer más interesante la contienda, además de los jugadores reales, que estaban en la misma sala en la que nos encontrábamos.

El juego nos ofrecía la clásica estructura de capturar zonas para conseguir ganar la batalla. Si bien, en este juego la estructura era más la de un partido de fútbol americano, consiguiendo capturar las zonas ganando espacio a nuestros rivales, en plan fuerza de choque.

Este aspecto, realista y brutal, sumado a la forma de controlar el juego, hacen que For Honor resulte fresco e interesante. Por supuesto, para conseguir triunfar, además de este tipo de batallas, tendremos que ver otras opciones igualmente interesantes. Pero, de momento, la propuesta suena bien y se convierte en un juego a tener en cuenta para los próximos meses.