CURIOSA RECOMPENSA
The Legend of Zelda: Breath of the Wild puede llevarnos varios cientos de horas terminarlo. No hablamos sólo de su campaña, las misiones secundarios, curiosear por los prados y escondites de Hyrule, sino también debido a tareas como la recolección de las semillas Kolog.
Hidemaro Fujibayashi, máximo responsable de la última entrega de The Legend of Zelda, ha desvelado uno de los misterios que mantenían en vilo a la comunidad del juego: ¿Cuál es la recompensa por recoger todas las semillas Kolog?
¿Una cinemática oculta para la historia? ¿Un objeto de preciado valor y que volverá a Link invencible? Nada más lejos de la realidad, es más, puede que la respuesta del director de Breath of the Wild “enfade” a muchos de los jugadores que han invertido horas en el proceso pues, la recompensa sencillamente es un chiste en sí misma.
Así lo ha definido el propio creativo japonés: “queríamos hacer un divertido chiste sobre ello. Toda la historia en torno a las semillas kolog es en realidad, caca de Kolog”; apostilla el nipón sobre el “regalo” que obtenemos al recoger todas las semillas.