El pasillo más espeluznante del mundo: recrean el mejor juego de terror en realidad virtual

Hay quienes todavía lamentan la cancelación de Silent Hills, y no es para menos. Aquella demo denominada PT para PlayStation 4 puso patas arriba el género del terror, un estilo que llevaba estancado una buena temporada, falto de ideas que de verdad reflejaran un salto en la forma de contar historias y poner los pelos de punta a los jugadores.

¿Qué hizo a PT un éxito de crítica y público a pesar de tratarse únicamente de una demo? El primer motivo es obvio que el regreso de la saga Silent Hill, que si bien había contado con varios juegos atrás, en esta ocasión regresaba a la vida de manos de Hideo Kojima y Guillermo del Toro, ahí es nada. Pero centrándonos en la demo, en PT, fue su simpleza y reducir el terror a un espacio tan cotidiano como un pasillo lo que convirtió al título en una obra influyente.

Un pasillo que debíamos atravesar varias veces, a modo de bucle. Cada nuevo viaje estaba acompañado por sutiles cambios en el entorno, ya sean los cuadros, mensajes en el suelo, alguna que otra puerta abierto. Pero era la presencia de una terrorífica entidad, algunas vez mostrada de manera más explícita que otras, quien elevaba las cotas de tensión por las nubes.

Tras repasar brevemente qué era PT y por qué quedó grabado en la retina de millones de jugadores, un usuario ha conseguido llevar la experiencia de Kojima y Del Toro al formato más realista hasta la fecha en los videojuegos: la realidad virtual. Si ya de por sí en PlayStation 4 sufrimos, imaginad por un instante tener la sensación de estar metidos dentro de ese pasillo.

Utilizando como base Half-Life: Alyx, el modder AmbientDruth ha recreado con todo lujo de detalles la estancia en la que tiene lugar PT, así como otros elementos presentes durante la demo. Los quejidos de Lisa, el ente que vaga por el pasillo, la iluminación, algunos efectos de sonido como el baile de las lámparas entre otros. El resultado, como podéis ver algo más arriba es simplemente espectacular. Eso sí, creemos que pocos serán los que se atravan a probarlo.