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DE LO PEOR
Comprar un videojuego del que no sepamos absolutamente nada o nos hayamos negado a revisar análisis puede convertirse en una lotería. Algo tan sencillo como adquirir ese videojuego del que esperabas mucho puede resultar algo satisfactorio, pero también transformarse en una de las peores experiencias. En la última década hemos recibido no pocos títulos que van más allá de lo mediocre. Juegos que para muchos han sido un auténtico malgasto de dinero.
Uno de los ejemplos más claros lo encontramos con Resident Evil Umbrella Corps. Olvídate por completo de la sensación de terror o supervivencia de la saga de Capcom. Umbrella Corps no está considerado el peor título de la marca por el cambio de mecánicas, sino por muchos más motivos. Gráficos chapados a la antigua, una jugabilidad que vuelve al título aburrido a los pocos minutos, además de un intrusivo sistema de micropagos. Umbrella Corps lo tenía todo para ganarse el odio de los fans.
El bueno de Sonic tampoco se ha librado de ofrecer uno de esos juegos que no merecen la compra, al menos de salida y quien sabe si en oferta. Sonic Boom estaba plagado de errores y glitches por todos sitios. A todo ello había que sumar una jugabilidad repetitiva hasta la saciedad y una terrible historia. Suponemos que ésta última debido a la influencia de la serie de televisión del mismo nombre.
Si bien en los 90 era habitual encontrar videojuegos basados en los héroes de acción del cine, en pleno siglo XXI la cosa ha cambiado bastante. Rambo: The Videogame es para muchos el peor FPS de la historia. No es debido a su apartado visual, sino unas mecánicas que parecen propias de una máquina recreativa. ¿A quién se le ocurriría que crear un shooter con niveles sobre raíles sería una buena idea? Una de las peores experiencias que podrás encontrar en el género y que ni por asomo hace honor al nombre de Rambo.
Tony Hawk’s Pro Skater 5 lo tenía todo para triunfar. Se trata de una de las sagas que desde PlayStation ha encadilado a toda una generación, aunque no fuera amante del skateboard. Por desgracia su quinta entrega causó estupor tanto en los veteranos fans como en los recién llegados. Miles de errores, físicas que ni en la primera PSX eran dignas, ingentes cantidades de pantallas de carga y un diseño de niveles impropio de la franquicia. De lo peor que puedas llevarte a las manos.
El peor juego de la década tiene nombre propio: The Quiet Man. Una auténtica aberración que parece mentira que provenga de Square Enix, padres de Final Fantasy o Kingdom Hearts. Todo, absolutamente todo hace aguas en The Quiet Man. Un juego en el que nos metemos en la piel de un joven que busca venganza. Excusa perfecta, a priori, para crear un beat’em up más que decente, ¿no? Nada más lejos de la realidad. Las cinemáticas de The Quiet Man estaban adornadas por escenas de imagen real. Dantescas secuencias protagonizadas por actores que fueron expulsados de todas las escuelas de arte dramático del planeta. Sumad a todo ello escenas sin sonido, una duración ínfima y una trama que convierte a la peor de las comedias de Hollywood en una obra maestra del séptimo arte.