Cinco momentos de los videojuegos que nos cambiaron para siempre
MUY COMPLETOS
Los editores de personaje son de carácter obligado en géneros como el RPG. Gracias a ellos podemos crear nuestro propio avatar o representación en el mundo de fantasía de turno. En los últimos años esta característica se ha expandidoa otro tipo de juegos, desde la lucha hasta los deportes. Debido a la mejora técnica de las consolas actuales, los editores de personajes han ganado en potencia y posibilidades, permitiendo infinitas creaciones.
Black Desert Online se ha convertido en el rey indiscutible de los editores de personajes. Muchos jugadores recurren a este MMO sólo por esta potente herramienta y que en las manos más habilidosas da lugar a increíbles personajes. El nivel de detalle es tal que no es difícil encontrar vídeos que muestran cómo modelar a cantantes y estrellasde cine reales con un grandísimo parecido.
¿Y qué pasa si echamos un vistazo a otros géneros? Si bien es cierto que el editor de personajes siempre ha estado presente en PES, el juego de fútbol, con las últimas entregas la saga ha ganado en complejidad. Los chicos de Konami pueden presumir de tener el editor más completo hasta la fecha visto en el panorama deportivo.
Por otro lado, tenemos Soul Calibur VI, uno de los juegos de lucha más destacados y variados en su categoría. Cuenta con un atractivo modo campaña y una jugabilidad a prueba de bombas. A pesar de estos dos elementos muy a tener en cuenta, el juego se desmarca de su competencia gracias a su novedosoeditor de luchadores. Entre sus opciones podremos pasar horas dando forma a nuestro físico o a nuestro estilo de pelea.
Por último, no nos olvidamos de Dreams, que básicamente es el editor definitivo. Cualquier amante de los videojuegos ha soñado alguna vez con liderar su propio proyecto y la obra de Media Molecule nos brinda esta opción con creces. Además de editar a los protagonistas de la aventura, en Dreams podremos materializar cualquier videojuego independientemente del género. Nuestra imaginación es el límite.