IMBATIBLES
Los videojuegos son una de las categorías preferidas a la hora de romper ciertos récords mundiales.
Entre las muchas categorías de los récords Guinness, los videojuegos figuran como una de las favoritas. A lo largo de los últimos años se han batido todo tipo de hazañas relacionadas con videojuegos que han permitido a sus autores presumir de tener un certificado Guinness. Vamos a repasar algunas de ellas
Comenzamos con uno de los más conocidos. Seguramente el nombre de Charles Martinet no te diga mucho, o tal vez sí. Se trata de la voz de Super Mario. Además de convertirse en el fontanero más famoso del mundo, el bueno de Charles es el actor de doblaje que más veces ha participado poniendo su voz en videojuegos. ¡Hasta en más de 100 ocasiones!
Mucho más desconocido es Patrick Hadler. Si pensabas que los partidos de FIFA no daban para muchos goles, este joven con apenas 19 años rompió todos los récords posibles. Hasta 321 tantos llegó a anotar en un partido de FIFA. Una verdadera locura que lo ha convertido en el máximo goleador de la saga en el mundo.
Saltamos a Dark Souls, uno de los juegos preferidos en esto de marcar nuevos récords Guinness. Benjamin Gwin tiene en su haber una de las hazañas más locas hasta la fecha: completar el juego de From Software utilizando todo tipo de periféricos. Y no nos referimos al mando de Xbox o PS4. A Benjamin le va cualquier cosa, desde unos bongos, hasta la guitarra de Guitar Hero entre otros.
Puede que salir de paseo en Minecraft no figure entre tus actividades favoritas, pero a Kurt J Mac le valió un récord Guinness. Este jugador lleva desde 2011 caminando en línea recta en el título de Mojang. Cuando fue condecorado con el certificado en 2015 su distancia recorrida era de 2.097,15 km ¡imaginad 7 años después la caminata!
Concluímos con uno de los récords favoritos de muchos: las colecciones de videojuegos. Last Gamer tiene posiblemente la casa más envidiada por millones de jugadores. No hablamos de una colección al uso, sino de una verdadera biblioteca e historia del videojuego distribuida en 5 habitaciones y cuya ‘construcción’ le ha llevado la friolera de 32 años. Casi nada.